El caso Petrobras, la investigación sobre el mayor escándalo de corrupción de la historia de Brasil, completó tres años, con un balance de 130 condenas y 183 pedidos de cooperación judicial, informó la Fiscalía.
Desde el comienzo de la operación, en 2014, la policía llevó a cabo 38 fases, en las que fueron realizados 746 allanamientos, 91 prisiones preventivas, 101 detenciones de carácter temporal y seis en flagrante.
En los últimos tres años, la Justicia dictó 130 condenas contra 89 personas, contabilizando un total de 1362 años, 5 meses y 21 días de pena, y firmó 155 acuerdos de colaboración con personas físicas y diez de lenidad con empresas.
En el marco de esos acuerdos, las autoridades recuperaron 10.000 millones de reales (unos 950 millones de dólares).
De acuerdo con la Fiscalía, sólo los delitos denunciados en primera instancia contemplan pagos de sobornos de cerca de 6.400 millones de reales (unos 2.025 millones de dólares), mientras que el bloqueo de bienes de imputados alcanzó los 3.200 millones de reales (unos 1.010 millones de dólares).
La corrupción en torno a Petrobras, la mayor empresa de Brasil, creó un agujero en la petrolera de 42.000 millones de reales (unos 13.290 millones de dólares), teniendo en cuenta el beneficio obtenido por las empresas que formaban el cartel de obras.
De acuerdo con los investigadores, durante una década las compañías pagaron sobornos a funcionarios públicos y políticos con el fin de garantizar los contratos con la estatal.
La Fiscalía también informó que desde 2014 fueron suscritos 183 pedidos de cooperación internacional, de los cuales 130 fueron realizados por Brasil y 53 fueron recibidos por parte de 24 países.
La palabra del fiscal Deltan Dallagnol
En diálogo con ANSA Latina, Dallagnol afirmó que si bien Lava Jato cumplió tres años de "éxitos", con decenas de personajes poderosos procesados y condenados, está en curso un proyecto de ley para hacer naufragar esa causa y permitir la "impunidad" de los responsables.
Hay "personas con poder, personas que hacen las leyes, que usan la propia ley para protegerse, para impedir la punición", expresó Dallagnol.
"Esa llamada amnistía a caja dos, en realidad es una amnistía a la corrupción. No se puede decir que caja dos no es corrupción" como alegan muchos legisladores, señaló el procurador que trabaja junto al famoso juez Sergio Moro.
La posibilidad de sancionar un perdón a los políticos que cobraron dinero ilegal de empresas también tiene la venia del titular del Senado, Eunicio Oliveira, y el jefe de Diputados, Rodrigo Maia, ambos sospechados de participación en Lava Jato.
Luego de condenar a 19 años de prisión al ex titular de la constructora Odebrecht, Marcelo Odebrecht; y procesar al ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el juez Sergio Moro se tornó un ícono de la lucha contra la corrupción.
Deltan Dallagnol y otros 12 procuradores federales integran la "fuerza de tarea" que trabaja desde el 17 de marzo de 2014 junto a Moro. Dallagnol planteó este viernes que "Lava Jato es un punto fuera de la curva" dentro de la Justicia brasileña donde aún se observan casos de corrupción que sobreviven gracias a la "impunidad" y a la demora con se que tramitan los procesos, especialmente los de aquellos políticos que tienen "foro privilegiado".
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