Un grupo comando de al menos 20 miembros asaltó el martes, con armas de guerra, una empresa de transporte de valores en Pernambuco, de la que robaron 60 millones de reales (unos 20 millones de dólares).
Los asaltantes atacaron la sede local de la compañía estadounidense Brinks, en la zona oeste de Recife, con fusiles Ak-47. En su escape cerraron calles, quemaron autos e intercambiaron disparos con la policía, lo que dejó a tres agentes heridos, según reportó el diario local Folha Pernambuco.
Además del popular fusil automático ruso, los criminales utilizaron también poderosas ametralladoras calibre 50 y se encontraron municiones de calibre 5,56 mm y 7,62 mm, ambos de uso militar, en el lugar.
"Es un armamento pesado al que, a pesar de que estamos preparados, respondemos con dificultad por el poder de fuego. Ellos hicieron todo un estudio de la situación para dificultar al máximo la acción de la policía", dijo el teniente de esa fuerza Gleidson Gonçalves a Folha Pernambuco.
@jconline15 meliantes na Av. Recife fazendo assalto na brinks e caixas eletrónicos pic.twitter.com/NFX4RSD2ts
— DeivisonFS #TimBeta (@deifrex) 21 de febrero de 2017
El asalto comenzó cerca de las dos de la mañana y los vecinos reportaron una gran explosión, que habría sido utilizada para destruir la pared en una estación de servicio contigua y acceder a la empresa, antes de emprender la huida en medio de un tiroteo.
Según el periódico Diario de Pernambuco, los vecinos dijeron que los criminales tenían acento del sur del país.
En tanto Isaias Dias, un profesor de 43 años y vecino de la zona, dijo al periódico Estadao que "parecía que el mundo se iba a acabar, eran disparos para todos lados y mucha gente entró en desesperación".
"Se escuchaban tantas explosiones que pensé que el edificio se iba a caer", agregó.
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