El fabricante de vehículos estadounidense demuestra que no se va de México al anunciar que este año inaugurará dos plantas que están actualmente en construcción y contemplan una inversión de USD 2.500 millones, dijo Gabriel López, presidente y director general de Ford de México.
Respecto a la cancelación de la planta de San Luis Potosí luego de los pedidos del mandatario Donald Trump, López dijo que la suspensión de ese contrato obedeció a un cambio en las preferencias del consumidor hacia vehículos más grandes como pick-ups y SUV; ante esta situación era probable que la nueva planta estuviera a la mitad de la capacidad de producción y por eso decidieron cancelar el proyecto. "La decisión de cerrar la planta fue la correcta para los accionistas, no responde a cuestiones políticas", advirtió el director de Ford.
Las plantas que se abrirán este año son la de Irapuato, en Guanajuato, y la de motores en Hermosillo, Sonora. Entre ambas se obtendrán 170.000 metros cuadrados adicionales para la producción, según explicó el diario mexicano Milenio.
La planta de Irapuato producirá vehículos no sólo para Estados Unidos, sino para mercados de todo el mundo, mientras que la de Hermosillo va a producir motores diesel.
"La verdad es que no nos fuimos. No nos gustó tomar la decisión que tomamos", sostuvo, pero ante las dudas de la permanencia de Ford en México, Gabriel López agregó: "Es importante mirar lo que es Ford en México, cuenta con cuatro plantas, 125 distribuidoras que dan empleo a 100 personas en promedio cada una, además dependen de la empresa cerca de 12.500 familias y realizan compras en el país por USD 12.000 millones al año para abastecer las plantas de diferentes partes del mundo".
"Ford no se va de México, nunca ha dicho que va a salirse", afirmó. Y ante una nueva política comercial con Estados Unidos, dijo que hace falta hechos para tomar decisiones sobre el futuro de sus inversiones y no sobre la especulación.
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