El gobierno peruano advirtió este viernes de que el ex presidente Alejandro Toledo, investigado por lavado de activos y tráfico de influencias, estaría en San Francisco, por lo que solicitó a las autoridades estadounidenses colaboración para su detención y expulsión. Además, alertó a las autoridades de Israel sobre las presuntas intenciones del ex mandatario de viajar a Tel Aviv.
En un comunicado emitido por la Presidencia del Consejo de Ministros, el Gobierno informó que, según sus fuentes de información, que no identificó, Toledo podría estar planeando además "su fuga" al "Estado de Israel", a cuyas autoridades también han alertado ante la posibilidad de que "el referido requisitoriado quiera ingresar" a aquel país. El empresario peruano-israelí Josef Maiman, amigo de Toledo, es también investigado en la supuesta ruta de pagos para favorecer las concesiones a la empresa brasilera Odebrecht.
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— Consejo de Ministros (@pcmperu) February 10, 2017
Además, el Gobierno subrayó en su nota que la alerta roja de la Interpol para los 190 países parte de la organización ya está activada para localizar a Toledo, tal y como solicitó desde que se conoció la resolución judicial en contra del político.
Por su parte, el abogado Paolo Aldea indicó este viernes que Toledo permanece en París y apelará la orden judicial.
"El gobierno peruano seguirá haciendo todo lo necesario, dentro del marco legal vigente, para que se dé cumplimiento a la decisión del Poder Judicial", culminó el comunicado.
Perú ofreció también este viernes una recompensa de USD 30 mil para capturar al ex presidente, después de que un tribunal pidiera su encarcelamiento provisional, acusado de haber recibido supuestamente USD 20 millones de la constructora Odebrecht para favorecer sus negocios en el país. En un gesto de alto contenido simbólico, el Ministerio del Interior colocó al ex presidente en la lista de delincuentes más buscados.
La captura y encarcelamiento preventivo de Toledo serían necesarios, según el juez, porque este no tiene arraigo en el Perú y no ha demostrado intenciones de regresar al país desde que se conoció su implicación en el caso.
Precisamente, Toledo reside y trabaja en San Francisco, donde se desempeña como investigador en la Universidad de Stanford. Fue contactado por última vez por los medios en París, desde donde negó las acusaciones.
De hecho, no regresar al Perú ha sido el consejo de sus abogados, quienes llegaron a sugerir que viajara a Israel o a EEUU para dificultar su extradición al país.
El domingo, su esposa, la ex primera dama Eliane Karp, publicó en Facebook su descargo y apuntó contra el actual presidente, Pedro Pablo Kuczynski (conocido como PPK), quien fue primer ministro de Toledo. "¡Ustedes deben probar nuestra culpabilidad, yo pruebo nuestra inocencia! Qué verguenza, PPK, tú que tantos negocias y lobbies has hecho. ¡No me hagas hablar because I know what you did last time! (sé lo que hiciste la última vez)", expresó.
Toledo es la primera gran figura de la política peruana inculpada por el caso Odebrecht, cuyos responsables confesaron a la Justicia estadounidense haber pagado 29 millones de dólares a funcionarios de Perú entre los años 2005 y 2014.
Ese período comprende los gobiernos de Alejandro Toledo (2001-2006), Alan García (2006-2011) y Ollanta Humala (2011-2016).
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