El multimillonario ex gobernador del estado de Aragua y flamante vicepresidente chavista, el sirio-venezolano Tareck El Aissami, es investigado junto a su entorno desde hace años por el FBI y el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos debido a sus posibles vínculos con el grupo terrorista Hezbollah y el narcotráfico.
Muchos incluso señalan a El Aissami, cercano al ex presidente de la Asamblea Nacional y líder chavista Diosdado Cabello, como uno de los hombres poderosos tras las bambalinas del gobierno venezolano.
El Aissami es también cuestionado desde hace años por su relación con el narcotraficante confeso y preso en Caracas desde 2011 Walid Makled, con quien habría hecho negocios e inversiones con dinero proveniente del tráfico de la droga entre Colombia y Venezuela que luego es exportada a México, Europa y África.
Makled, atrapado en Colombia y extraditado luego a Venezuela, confesó a oficiales de la DEA (Agencia Antidrogas de Estados Unidos) que le pagaba al entonces ministro del Interior para enviar droga a través de Venezuela.
Por otro lado El Aissami, de nacionalidad siria, ha sido vinculado por el FBI con el grupo terrorista libanés Hezbollah y con el régimen de Irán, quienes han aumentado sus relaciones con on el gobierno de Venezuela durante las presidencias de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
Quien ha representado al aragüeño ha sido siempre Samark López, quien pasea por Miami a bordo de un Bentley y viaja casi semanalmente entre Miami, Maracay, Caracas, República Dominicana y Cuba en un avión lujoso que cuesta al menos 20 millones de dólares.
La investigación comenzó con la empresa registrada en 2012 como Intercontinental Bankshares, LLC, cuya dirección es 5722 SW 8th Street en West Miami.
Bajo la figura del director Blas I. Betancourt, el registro incluye al venezolano Samark López, presunto testaferro del gobernador El Aissami y quien realizó la compra de la Cadena Capriles, TV Aragua y varios medios impresos, y quien estuvo a punto de comprar el canal Televen, con el fin de que el Gobierno dominara el espectro radioeléctrico de cara a las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2015.
López, con dirección en Miami, donde además tiene millonarias propiedades, figura con el 8,52% de Intercontinental Bankshares, LLC.
El hombre cercano a El Aissami está también vinculado al escándalo conocido como Pudreval, cuando en 2010 se hallaron miles de toneladas de alimentos importados encontrados en avanzado estado de descomposición.
La oposición acusó en aquel entonces al Gobierno de importar una cantidad mayor de comida de la que podía distribuir efectivamente para enriquecerse con los subsidios estatales.
Los alimentos había sido traídos por la empresa estatal PDVAL y se pudrieron en uno de los almacenes que pertenecen a López, quien cuenta con una red de logística en puertos venezolanos.
Colocaciones en bancos estadounidenses, europeos, libaneses y hasta chinos están en la mira de las autoridades financieras de EEUU. Lavado de dinero de la corrupción y la droga se juntarían en las pesquisas que conduce el gobierno federal de Estados Unidos.
Incluso periódicos como The New York Times y The Washington Post revelaron hace años que el gobierno de Obama tenía bajo la lupa a las empresas petroleras del gobierno venezolano PDVSA y Citgo por corrupción y posible lavado de dinero proveniente del narcotráfico militar venezolano, conocido como el Cártel de los Soles, con el que también está vinculado El Aissami.
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