El empresario brasileño Eike Batista, incluido en la lista roja de captura de Interpol e involucrado en el escándalo Lava Jato, llegó este lunes a Brasil desde Nueva York y fue apresado a su llegada por la Policía Federal. Antes de embarcar, declaró que se entregaría a las autoridades para "pasar las cosas en limpio".
"Estoy volviendo para responder a la justicia, como es mi deber me estoy entregando", afirmó Batista en una entrevista divulgada por la TV Globo de Brasil, realizada en la zona de embarque del aeropuerto JFK de Nueva York.
"Me estoy entregando", resaltó el magnate antes de subir al vuelo 973 de American Airlines con destino Rio de Janeiro, donde está previsto que aterrice a las 10.30 locales del lunes (12.30 GMT), aunque subrayó que no se considera culpable y su objetivo es "aclarar los errores" que habría cometido y deslizó que la responsabilidad sería de sus asesores. "Voy a mostrar cómo son las cosas", agregó.
A su llegada, policías lo condujeron desde la pista de la terminal hacia el Instituto Médico Legal para realizarle exámenes de rigor. Según informo Folha, quedará detenido en el penal de Ary Franci, en la localidad de Agua Santa.
Batista, de 60 años, es sospechoso de haber lavado millones de dólares en una trama de corrupción que también involucra al ex gobernador de Rio Sergio Cabral (2007-2014), ya preso.
Las investigaciones indican que Batista, que fue el hombre más rico de Brasil y en 2012 fue considerado por la revista Forbes como el 7º más rico del mundo, pagó sobornos a Cabral por 16,5 millones de dólares en 2010.
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La policía intentó detener a Batista el pasado jueves en su domicilio de Rio de Janeiro, pero el empresario no estaba allí. Sus abogados informaron que se encontraba en Nueva York por trabajo y que regresaría a Brasil para entregarse.
La Policía Federal lo consideró pese a todo fugitivo y la Interpol incluyó su nombre en la lista roja de captura internacional. Durante su paso por el aeropuerto, varios compatriotas le pidieron fotos, a las que accedió sin problemas.
Hoje eu tô o Eike Batista nessa selfie esperando ser preso pic.twitter.com/sk14GPLjQs
— João Pedro C. Motta (@OficialJoao) January 30, 2017
Un año después de encumbrarse como uno de los hombres más prósperos del planeta, Batista sufrió un estrepitoso derrumbe, cuando su empresa OGX se declaró en quiebra.
El operativo en el que apareció su nombre la semana pasada es una ramificación de la investigación Lava Jato, sobre sobornos pagados por grandes constructoras a partidos y políticos para hacerse con contratos en la estatal Petrobras.