La Ford Ranger de patente argentina venía de Brasil por la ruta 9, en dirección a Punta del Este. En el kilómetro 223, a la altura de Rocha, el conductor se cruzó de carril de forma imprudente para sobrepasar a otro vehículo y embistió de frente a un auto en el que viajaba una familia uruguaya.
Álvaro Casuriaga, de 53 años, y sus hijas María Isabel (26) y Ruth (22) murieron a causa de las heridas causadas por el choque. El abogado argentino, que vive en la provincia de Córdoba, fue procesado con prisión preventiva.
Superada la conmoción por la tragedia, muchos uruguayos se volcaron a las redes sociales para manifestar su enojo contra los turistas argentinos. Éste caso, extremo, no sería aislado. Para muchos es una muestra de la altanería y la impunidad con la que se manejan en Uruguay muchos visitantes provenientes de Argentina.
"El argentino de provincia es mucho más prudente, recatado y atento con la Policía uruguaya. El porteño es más imprudente, es diferente, es algo que va en su propia idiosincracia", contó Fernando Caballero, vocero de la Policía de Tránsito, consultado por El País.
La relación de amor y odio entre los vecinos no es nueva. En 2010, luego de que muchos uruguayos celebraran la eliminación de Argentina del Mundial de Fútbol de Sudáfrica, el entonces presidente José Mujica se refirió al tema. "Hay algo peor que soslayan los odiadores y es que en el país de los argentinos viven cientos de miles de uruguayos que encontraron en esas tierras las posibilidades de desarrollo que no tuvieron en su pago natal. Que en esta hora de triunfos la euforia no nos vuelva mezquinos y desagradecidos", reflexionó.
"Se dice que somos hermanos, y es verdad. Y por eso nos peleamos como nos peleamos, nos envidiamos como nos envidiamos y nos queremos como nos queremos", dijo la profesora de Historia María Emilia Pérez Santarcieri, entrevistada por El Observador.
Para el psicólogo Roberto Balaguer, consultado por el mismo periódico, los uruguayos tienen una mirada "híper crítica" y "envidiosa" hacia los argentinos. "Argentina es el espejo donde vemos nuestros peores defectos", aseguró.
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