Salvó su vida por un segundo. Tuvo la perspicacia para notar los movimientos sospechosos de algunas personas que estaban del otro lado de la calle ubicada cerca del puerto, en Cancún. Eso le permitió ver la granada justo antes de que estallara.
La mujer entró de un salto en un edificio. En ese mismo instante se produjo la explosión que probablemente la habría matado.
El ataque no sería un hecho aislado, sino que formaría parte de los dos tiroteos que en días consecutivos sacudieron a la Riviera Maya, con saldo de nueve muertos. El martes, también en Cancún, un policía estatal y tres delincuentes murieron en un ataque a balazos perpetrado contra un edificio de la Fiscalía del estado de Quintana Roo. El lunes tres extranjeros y dos mexicanos habían muerto en el tiroteo del bar "Blue Parrot" de la vecina Playa del Carmen, donde se celebraba la clausura de un festival de música electrónica.
"Se activó el código rojo", que consiste en un protocolo de seguridad en el que participan las fuerzas castrenses, las policías federal y estatal, así como el servicio de inteligencia mexicano, apuntó el secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, Rodolfo del Ángel
El edificio de la Fiscalía se encuentra a unos siete kilómetros del punto de acceso a la zona hotelera de Cancún, el principal destino turístico de México. Medios locales reportaron que en los accesos a la zona hotelera, integrada por varias cadenas de alta gama, se instalaron unos tres retenes, mientras que la embajada de Estados Unidos pidió a sus ciudadanos seguir las instrucciones de las autoridades "antes de salir" de sus hoteles.
El fiscal del estado de Quintana Roo, Miguel Ángel Pech, que investiga el tiroteo de Playa del Carmen, no se encontraba en el edificio en el momento de la agresión, dijo Adriana Mezquita, directora de prensa del municipio de Benito Juárez. Los trabajadores del Palacio Municipal fueron evacuados "por seguridad", añadió Mezquita.
Con información de AFP
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