Teori Zavascki, el ministro del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil que murió en el avión que cayó este jueves en Paraty, de acuerdo con lo informado por Vella, era una de las figuras clave en la causa de corrupción Lava Jato, en la que se desempeñaba como relator.
El 6 de marzo de 2015, este juez de la Corte, que fue designado por la ex presidente Dilma Rousseff para el cargo en 2012, dio un gran envión a la causa al autorizar la apertura de una investigación a 47 políticos sospechosos de haber formado del esquema de corrupción de la estatal Petrobras, investigado en el marco de la operación Lava Jato.
En noviembre de ese año, sentenció a cuatro años de prisión al senador Delcidio do Amaral, a su abogado Edson Ribeiro y a su jefe de Gabinete, Diogo Ferreira Rodrigues. La misma pena recayó sobre el bancario Andrés Esteves, por tentativa de obstrucción de la Justicia en el caso.
En mayo, por su parte, negó el pedido del gobierno de la por entonces presidente Dilma Rousseff para anular el proceso de destitución en su contra.
Otra importante medida que tomó Zavascki, encargado de los procesos del caso Petrobras, fue que todas las investigaciones en primera instancia de la Justicia Federal en las que estuviera involucrado el ex jefe de Estado Luiz Inácio Lula da Silva y políticos con fueros fuesen remitidas al Supremo Tribunal Federal.
El 13 de junio de ese año, determinó que la investigación que involucraba a Lula por el tríplex en la playa y la casa de campo, ambos en el estado de San Pablo, regresara a manos del juez Sérgio Moro, quien conduce los estudios del caso.
En la misma decisión, anuló judicialmente la conversación telefónica grabada por Moro en la que Lula y Dilma discutían los trámites para que el ex presidente tomara el cargo de ministro de la Casa Civil.
En ese entonces, Moro denunció que Rousseff quería nombra a Lula para eludir a la Justicia.
Zavascki calificó el accionar del juez como "jurídicamente comprometedor". "No solo por motivos de usurpación de competencia, sino también, de manera todavía más clara, por el levantamiento del secreto de las conversaciones telefónicas intervenidas, mantenidas incluso con la actual reclamante [la presidente destituida Dilma Rousseff] y con otras autoridades aforadas", explicó el magistrado.
Un año después, aceptó una segunda denuncia de la Procuraduría General contra Eduardo Cunha, ex presidente de la Cámara de Diputados e impulsor del juicio político contra Rousseff, que finalmente fue detenido por sus vínculos con la operación Lava Jato.
En agosto de 2016, en tanto, atendió un pedido presentado en mayo por el procurador general de la República, Rodrigo Janot, para investigar a Dilma y Lula por obstrucción a la Justicia. En la demanda también estaban involucrados los ex ministros del Partido de los Trabajadores (PT) Aloizio Mercadante y José Eduardo Cardozo; el senador destituido Delcídio do Amaral y los magistrados del Superior Tribunal de Justicia (STJ) Francisco Falcão y Marcelo Navarro Ribeiro Dantas.
En los últimos días, Zavascki interrumpió sus vacaciones para analizar las demandas contra 77 ejecutivos de la constructora Odebrecht.
Recientes confesiones de ejecutivos de la compañía describen cómo sobornaban a la clase política. En febrero de este año el juez de la Corte brasileña debía decidir si daba por buenas estas confesiones, que implican a centenares de políticos.