El gobernador de Rio Grande do Norte pidió el jueves el "envío inmediato" de tropas federales a Natal, la capital de ese estado del nordeste de Brasil, confrontada con motines carcelarios y disturbios provocados por el enfrentamiento entre organizaciones criminales.
"He pedido (…) al presidente Michel Temer que autorice el envío inmediato, hoy mismo, de las Fuerzas Armadas, del Ejército, de la Marina, para ocupar las calles de Natal", dijo el gobernador, Robinson Faria, a la radio CBN.
"Están atacando autobuses, como venganza [contra el gobierno de Rio Grande do Norte] por haber decidido separar en los presidios" a las dos facciones criminales que se enfrentan por el control del narcotráfico, afirmó Faria.
"La situación se volvió mucho más grave que ayer, se agravó a partir de ayer a la noche. Precisamos del auxilio inmediato del gobierno federal", imploró.
Una batalla campal, con palos y piedras, estalló el jueves en la cárcel de Alcaçuz, de Natal, donde el fin de semana 26 personas fueron asesinadas en ajustes de cuentas, observaron periodistas de la AFP.
La mayoría de los asesinados pertenecía al denominado Sindicato do Crime RN, enfrentado al Primer Comando de la Capital (PCC), principal cártel del narcotráfico en Brasil.
La policía había ingresado el miércoles a ese penal superpoblado, con cerca de 1.200 reclusos, del que extrajo a 220, pertenecientes al Sindicato do Crime RN, para llevarlos a otros establecimientos, a fin de aliviar la tensión.
Pero el desplazamiento creó descontento entre los miembros de las organizaciones criminales.
Por la noche, estallaron disturbios en Natal y otras cinco ciudades —con quema de autobuses y ataques a edificios públicos—, así como un conato de motín en otro presidio, de la localidad de Caicó, que dejó un muerto y cinco heridos, indicaron fuentes oficiales a la AFP.
Según Robinson Faria, los desmanes son obra de las dos facciones criminales. "Ambos se están vengando del gobierno", declaró.
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