Luego de varios meses de debate y discusiones, este martes el Senado de Chile aprobó la idea de legislar un proyecto para despenalizar el aborto. La votación se produjo en el marco de la Comisión de Constitución de la Cámara.
Los tres parlamentarios que votaron a favor —dos rechazaron la propuesta— apoyaron la interrupción voluntaria del embarazo por tres causales: violación, riesgo para la vida de la madre e inviabilidad fetal, informa el medio local Emol.
Los senadores Jorge Pizarro (DC), Alfonso de Urresti (PS) y Felipe Harboe (PPD) votaron a favor, mientras que los dos senadores de Chile Vamos, Alberto Espina (RN) y Hernán Larraín (UDI), se manifestaron en contra.
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La iniciativa se encuentra actualmente en segundo trámite constitucional.
"Tengo el deber de legislar no sólo sobre mis convicciones sino que pensando en la totalidad de la sociedad". Así abrió la votación Pizarro, quien encabezó la comisión.
"Este es un mal proyecto porque es contrario a la Constitución", replicó Larraín.
"Ya era hora de que en Chile democrático discutiéramos en serio sobre la interrupción del embarazo", apuntó el senador Harboe.
De Urresti, en tanto, deseó que pronto este proyecto se convierta en ley de la República.
A la sala de la Comisión de Salud del Senado, donde se llevó a cabo el debate, fueron invitados la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Claudia Pascual, y la ministra portavoz de Gobierno, Paula Narváez.
Chile es uno de los pocos países del mundo que mantiene una prohibición legal absoluta del aborto
En Chile el aborto terapéutico fue legal durante más de medio siglo, hasta que el dictador Augusto Pinochet (1973-1990) lo prohibió de forma absoluta.
La ministra Narváez manifestó a los periodistas que este proyecto es un asunto que tiene una alta adhesión por parte de la opinión pública y enfatizó que la iniciativa "no impone nada a nadie, sino que se hace cargo de una realidad al despenalizar la interrupción del embarazo en esas tres situaciones puntuales".
Actualmente, Chile es uno de los pocos países del mundo que mantienen una prohibición legal absoluta del aborto, al igual que El Salvador, Nicaragua, Honduras, Haití, Surinam, Andorra, Malta y El Vaticano.
Más de 33.000 mujeres ingresan al año a los hospitales chilenos por complicaciones derivadas de abortos, donde muchos problemas son a causa de procedimientos clandestinos e inseguros.