Uruguay, el refugio que eligen los homosexuales perseguidos en sus países

En los últimos años al menos diez personas solicitaron asilo en el país, denunciando que eran perseguidos por su orientación sexual. Las razones de su elección

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Uno de los jóvenes que se radicaron en Uruguay tras huir de su país perseguido por su orientación sexual
Uno de los jóvenes que se radicaron en Uruguay tras huir de su país perseguido por su orientación sexual

"Uruguay es el único país de las Américas en que existe una total equiparación de derechos", afirmó Oscar Iroldi, presidente de la Cámara Uruguaya de Negocios LGBT, consultado por El País. según él la comunidad asciende a 300 mil personas en Uruguay, y la cifra se duplica contando los turistas que llegan todos los años. Algunos de los que van de visita encuentran un entorno tan favorable que lo eligen como segunda residencia.

Pero hay un fenómeno aún más notable: la llegada de refugiados que huyen de sus países perseguidos por su orientación sexual o su identidad de género. Las estadísticas oficiales indican que hubo diez pedidos formales en la última década. Pero si se sumaran los que se radican sin pedir asilo la cifra sería aún mayor. El matrimonio igualitario, la adopción y la gratuidad de tratamientos para cambiar de sexo, son algunas de las cosas que los atraen.

Según la Asociación Internacional de Gays y Lesbianas, hay 73 naciones que consideran que la homosexualidad es un delito con penas de prisión. En otros 13 países los castigos pueden llegar a la pena de muerte.

En Rusia dejó de ser penada con cárcel en 1993, pero la discriminación sigue siendo muy grande. Una ley reciente, impulsada por Vladimir Putin, prohibió la propagada gay. Ese contexto tan hostil hizo que muchos miembros de la comunidad LGBT hayan decidido exiliarse.

"Esta última ley, aunque en el discurso era para evitar la promoción de la homosexualidad ante menores de edad, terminó legitimando la discriminación", contó Alejo, un ruso de 36 años que vive como refugiado en Uruguay desde 2015. En su país fue internado dos semanas en una clínica de salud mental luego de que una psicóloga laboral descubriera que era gay. Tras años de humillaciones y rechazo, dio el paso de escapar luego de que un hombre lo atacara con un cuchillo al grito de "maricones" al verlo salir de un cine con su novio.

Su primer destino fue Buenos Aires, no Montevideo. "Cuando llegué a Argentina, al salir de Rusia, me sentía muy bien. Pero en ese momento (la ex presidente) Cristina Fernández estaba negociando una base militar con Rusia y, leyendo en internet, noté que Uruguay era mejor para mí", contó a El País.

Otro caso reportado por el periódico uruguayo es el de AZ (así pidió ser identificado), también proveniente de Rusia. Nacido como mujer en Vladivostok, donde tuvo hijos y una familia heterosexual durante 20 años, un día se dio cuenta de que se sentía hombre y decidió cambiar de sexo. La discriminación lo asfixió rápidamente.

Cuando el Instituto del Niño de Rusia lo amenazó con robarle a sus hijos, empezó a buscar por internet a dónde podía huir. Así se enteró de todo lo que ofrecía Uruguay. Ya radicado, pudo realizarse de forma gratuita tratamientos de hormonización en el hospital Saint Bois, de Montevideo.

"Uruguay es líder en este tipo de tratamientos", afirmó Daniel Márquez, director del programa especial en el Saint Bois. Según él iniciaron el tratamiento de transformación en el establecimiento 160 personas, de las cuales 10 son extranjeras.

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