Tras 10 años en el poder, el gobierno de Rafael Correa tiene un innegable desgaste en medio de la crisis económica, los constantes escándalos de corrupción y las actitudes autoritarias, que pueden sacarle factura a su movimiento político, Alianza País, y al candidato oficialista, el ex vicepresidente Lenin Moreno.
Pero el polémico presidente ecuatoriano -que no se cansa de repetir que su revolución no la parará nada ni nadie y tampoco se cansa de amenazar a sus opositores con que si le siguen molestando se volverá a presentar a elecciones en el 2021 y volverá a ganar- tiene un par de ases bajo la manga: la consulta popular sobre paraísos fiscales que se realizará el mismo día de las elecciones, y la fragmentación de la débil oposición política, que tiene a 7 candidatos presidenciales luchando contra el candidato de gobierno.
El 19 de Febrero los ecuatorianos tendrán que escoger en las urnas al nuevo presidente de Ecuador y a los nuevos asambleístas, pero también deberán decidir si en este país, para desempeñar una dignidad de elección popular o para ser servidor público, se debe prohibir tener bienes o capitales, de cualquier naturaleza, en los denominados paraísos fiscales.
La idea de la consulta sobre paraísos fiscales nació en agosto pasado, como respuesta a las revelaciones de los denominados "Papeles de Panamá", que involucraron a algunos funcionarios del gobierno con empresas off shore, entre ellos al ex ministro de Hidrocarburos, ahora prófugo de la justicia, Carlos Pareja Yannuzzelli, acusado de corrupción en la petrolera estatal. Pero la consulta también parece ser una meditada estrategia para que el Gobierno de Correa intervenga en la campaña electoral.
El candidato oficialista Lenín Moreno marcha adelante en las encuestas
"La consulta sobre paraísos fiscales permitirá a Correa hacer campaña paralela a la campaña presidencial, dirigida contra uno de los candidatos (Guillermo Lasso tiene desde hace varios años un banco en Panamá) y a la vez generalizar lo que él califica como anti patrias, es decir las personas que por algún motivo sacan dinero fuera del país", dice el analista Farith Simon. "Los grupos que se adhieran a esta campaña podrán movilizarse y difundir ideas dirigidas a apuntalar un discurso y atacar a un candidato."
La estrategia de Correa, según Simon, desde un principio estuvo dirigida en ese sentido y también se delineó para curarse en salud frente a las denuncias de corrupción, descalificándolas de antemano y poniéndolas en duda".
Aunque los datos de las encuestadoras locales aún difieren mucho entre sí sobre la intención de voto, todas coinciden en ubicar a Lenin Moreno, en primer lugar, pero con tendencia a la baja, y a Cinthya Viteri y Guillermo Lasso, peleando por el segundo lugar.
Las cifras apuntan a que una segunda vuelta electoral será necesaria para escoger al sucesor de Correa.
Cedatos-Gallup, por ejemplo, dijo en su última encuesta el mes pasado que Lenin Moreno encabeza las preferencias con el 35,6%, seguido de Guillermo Lasso, con el 22,3%, y Cynthia Viteri, con el 10,9%.
La encuestadora Market, mientras tanto, sostuvo que Lenin Moreno tenía a fines del mes pasado el 28,6% de intención de voto, seguido por Cynthia Viteri con el 19,3% y Guillermo Lasso con el 17,7%.
"En realidad, lo que habría es un empate técnico en el segundo lugar", dice Blasco Peñaherrera Solah, director de Market.
Las dos encuestadoras coinciden en que el candidato oficialista tiene una tendencia a la baja registrada en los últimos tres meses; Guillermo Lasso registra un estancamiento; y Cynthia Viteri un crecimiento. También coinciden en afirmar que si las elecciones fueran hoy se requeriría de una segunda vuelta para definir al nuevo Presidente de Ecuador.
Según Francisco Sánchez, subdirector del Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca, Lasso es visto por algunos sectores como el mejor candidato estratégico de la oposición, mientras que Viteri tiene la ventaja de ser una candidata fuerte en la región costera y sobre todo en Guayaquil, la segunda ciudad más importante del país, y ha sabido posicionarse bastante bien como líder de oposición.
En torno al candidato de gobierno muchos se preguntan ¿qué tan beneficiosa puede ser una campaña en que el candidato sea él, pero quien guíe la campaña sea Correa?
"La estrategia constante de Correa desde el 2006 ha sido la movilización permanente del electorado con el mensaje de que usted no puede dudar de su gobierno y de su presidente; pero en estas elecciones el electorado duda; antes los ecuatorianos tenían claro si apoyaban a Correa o no, ahora la mitad del electorado ya no se mueve en la versión maniquea de la sociedad implantada por Correa", asegura Sánchez.
Y Moreno no tiene la capacidad ni el discurso de Correa, que ha demostrado durante diez años ser un candidato fuerte, de tarima y de discurso.
La campaña para las elecciones comenzó el pasado 3 de enero y deberá finalizar el 16 de febrero, tiempo muy corto para los unos y demasiado largo para los otros.
"Para alianza País, que no quiere que su candidato se siga desgastando, el tiempo de campaña será una eternidad, pero para los otros candidatos el tiempo es cortísimo pues tienen que luchar contra un aparato armado hace muchos años, con reglas electorales muy injustas, con un control electoral que mira a otro lado cuando se trata de propaganda oficialista y mira con lupa a la campaña de la oposición", dice Simon.
La politóloga Verónica Albuja, actual candidata a Asambleísta Pachakutik – el brazo político del movimiento indígena ecuatoriano- coincide con Simon: el Gobierno de Correa utilizará toda la estructura del Estado para hacer campaña, como lo ha hecho desde el 2006 en cada proceso electoral, por lo cual todos los demás candidatos entran a la lid con una gran desventaja, asegura.
"Sin duda el gobierno utilizará todos los medios de comunicación, que incautó en el pasado y ahora tiene a su disposición, para hacer campaña a favor de su candidato presidencial y de sus candidatos a asambleístas", añade Albuja.
Al momento el voto indeciso es bastante elevado, entre un 40% y 50%, según las encuestadoras, por lo que captar a estos votantes será un gran reto para los candidatos, pero sobre todo para Alianza País, el movimiento político de Correa.
"No existe Alianza País, lo que existe es el grupo de poder en torno a Rafael Correa. ¿Sobrevivirá Alianza País sin Rafael Correa, sin el gobierno? La respuesta es no, pues incluso muchos caciques locales a lo largo de Ecuador se aliaron con Alianza País porque estaba en el poder, pero cuando el que firma los cheques sea otro dejarán de cantar el himno a Correa", asegura Sánchez. "Alianza País es el grupo de poder en torno a Rafael Correa y sin él no sobrevivirá".
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