La oposición nicaragüense anunció este martes que luchará de manera cívica contra el gobierno del presidente Daniel Ortega, quien inicia, con su esposa Rosario Murillo como vicepresidente, su cuarto mandato y tercero consecutivo.
"Hacemos nuestro el compromiso de resistencia cívica y organizada contra el régimen" de Ortega y Murillo, el cual "no aceptamos como legítimo", afirmó la dirigente del opositor Frente Amplio por la Democracia (FAD) Violeta Granera, al leer una proclama en un acto en Managua.
La oposición, que fue excluida de los comicios del pasado 6 de noviembre, considera que la asunción en el poder de la pareja presidencial es ilegítima debido a la alta abstención en las elecciones en que fueron elegidos.
Según el FAD, más del 70% del electorado no votó, mientras que el Consejo Supremo Electoral (CSE) dice que el abstencionismo fue del 31 por ciento.
Según el CSE, Ortega ganó los comicios de noviembre con el 72,5% de los votos, para su tercer mandato consecutivo desde 2007.
La oposición alega que la pareja presidencial pretende establecer una dinastía familiar similar a la de los Somoza, que gobernó casi medio siglo hasta el triunfo de la revolución de 1979.
"Este martes está iniciado una nueva dictadura dinástica de una familia con Ortega en la presidencia, Murillo en la vicepresidencia y los hijos en el control de las empresas y de los canales de comunicación", dijo a la AFP el ex diputado Víctor Tinoco, un disidente sandinista.
"Hoy se está reinstaurando una dictadura familiar y dinástica al mejor estilo de la familia Somoza. Hoy es un día trágico para Nicaragua. Debemos apelar a la lucha cívica para recuperar el régimen democrático", declaró por su parte Hugo Torres, directivo del Movimiento de Renovación Sandinista.
Por otra parte, cientos de campesinos se manifestaron este martes en la ruta donde el Gobierno proyecta construir un canal interoceánico, en La Fonseca, una comarca del municipio de Nueva Guinea, 300 km al sureste de Managua.
"No al canal", "La voluntad del pueblo se respeta", coreaban los manifestantes en una de las calles de La Fonseca, según videos de la movilización entregados a la prensa por dirigentes del movimiento.
El sábado, los pobladores de El Tule y la isla de Ometepe, en el lago de Nicaragua, también marcharon en rechazo a la obra, que aseguran les dejaría sin sus propiedades y afectaría a la principal reserva de agua dulce del país y Centroamérica.