Lincharon a una mujer en Bolivia: la ataron a un árbol para que se la comieran cientos de hormigas venenosas

Una turba en la localidad amazónica de Caranavi, a 156 kilómetros al noreste de La Paz, la acusó a ella y a sus dos hijos de robar autos

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La víctima del linchamiento junto a sus dos hijos, también atacados
La víctima del linchamiento junto a sus dos hijos, también atacados

El linchamiento se produjo el pasado sábado 31 de diciembre, pero el caso se conoció hoy al ser confirmado por fuentes policiales y una abogada de la familia de las víctimas.

La mujer, de 52 años, y sus hijos fueron golpeados y atados por la turba a un "palo santo", que es el árbol donde anidan las hormigas, tras ser acusados de intentar robar autos en esa localidad selvática.

Agentes policiales rescataron a los acusados, pero la mujer murió poco después en un hospital y sus dos hijos, que son mayores de edad, aún se recuperan de las heridas. Los sobrevivientes negaron ser ladrones y declararon a la Policía que fueron a Caranavi a tratar de cobrar unas deudas.

La mujer de 52 años murió por picaduras de cientos de hormigas venenosas (Istock)
La mujer de 52 años murió por picaduras de cientos de hormigas venenosas (Istock)

Según la abogada Roxana Bustillos, la mujer murió por una bronco aspiración supuestamente debido a que las hormigas la picaron en la tráquea, lo que provocó una inflamación que le impidió respirar, indicó el portal informativo Urgente.bo.

La defensora agregó que se trata de un acto de "barbarie" porque muestra que no hay respeto a "los valores humanos, a los derechos y a las garantías constitucionales".

Los casos de linchamientos son relativamente habituales en el área rural y algunos barrios periurbanos de Bolivia. Según la Defensoría del Pueblo, en 2015 se produjeron 32 intentos, de los que 5 terminaron en muerte.

En ocasiones, quienes cometen los linchamientos se justifican por la "justicia comunitaria", reconocida en la Constitución boliviana de 2009, pero las autoridades han explicado varias veces que ese sistema judicial no admite castigos brutales ni la pena de muerte.

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