El criminal siguió el mismo modus operandi que una banda que un mes atrás había asaltado exitosamente una entidad financiera en Vilhena, estado de Rondônia. Tenía que entrar al banco, apuntar al vigilante, desarmarlo y luego seguir con el robo. Afuera lo esperaba su cómplice, con la moto encendida.
Sin embargo, esta vez no dio resultado. Quizás porque estaba enterado de lo que había pasado en el estado vecino, el empleado de seguridad del establecimiento ubicado en Lucas do Rio Verde, Mato Grosso, sospechó que el arma podía ser de juguete. Por eso no temió al enfrentamiento.
Al darse cuenta de que el robo podía frustrarse, el ladrón trató de sacarle la pistola al guardia. Forcejearon y terminó caído en el suelo. En ese momento su cómplice quiso entrar para socorrerlo, pero el vigilante lo ahuyentó a tiros.
El otro aprovechó la distracción para escapar, pero muy rápidamente, el empleado le disparó varias veces. Dos balas terminaron en su abdomen y una le rozó la oreja. Luego lo redujo, a la espera de que llegara la policía.
El criminal fue trasladado al Hospital São Lucas, donde tuvieron que operarlo y continúa internado, en observación. Su acompañante está prófugo.
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