Llegó pasadas las diez de la noche del miércoles a Léo Drinks Bar, ubicado al costado de una carretera de Jaboticabal, San Pablo. Estacionó su Fusca y entró al establecimiento. Ya había ido en otras ocasiones.
Al ver que la prostituta con la que quería acostarse estaba con otro cliente, William Roberto Ferreira Costa fue a hablar con la dueña, Leonilda Lucindo, de 71 años. Le exigió que le "entregara" a la mujer. Cuando le contestó que eso no sería posible, estalló.
Regresó a su auto y tomó una pistola. Entonces volvió, abrió la puerta del prostíbulo y empezó a disparar. Mató a seis personas: tres prostitutas, un empleado de seguridad, a la dueña y al hombre que estaba con quien él deseaba.
Costa dejó su vehículo aparcado y escapó por un cañaveral que estaba detrás del lugar. La Policía lo buscó toda la noche, pero aún no lo pudo encontrar.
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