La profunda crisis económica de Venezuela, reflejada en la alarmante inflación cercana al 1000% con la que terminará el país este año, llevó a un aumento irrisorio de los precios en el país. A tal punto, que ya la moneda local, el Bolívar, tiene muy poco valor.
Ejemplo de ello es la cantidad de billetes que se necesitan para comprar apenas algunos productos como papel higiénico, harina, agua, verduras, medicamentos, y otros tantos.
Tanto es así que algunos comerciantes, debido a la gran cantidad de papel moneda que reciben, la pesan en lugar de contarla.
Para acceder a un papel higiénico importado se necesitan cinco billetes de 100 bolívares, ya que se valor se estima en unos 450. En un tanto, para un jabón se requieren ¡28 billetes!
Si un venezolano, por ejemplo, quiere comprar un kilo de pasta "La Nieve", necesita 1500 bolívares. Es decir, unos 15 billetes de 100, el de mayor denominación del país.
Sin embargo, esto siempre que se puedan conseguir esos productos, ya que el desabastecimiento está golpeando fuertemente al país caribeño.
La escasez también se ve en los medicamentos. Para acceder a un analgésico se deben destinar cinco billetes de 100.
En todo el mundo los cigarrillos son caros. Pero en Venezuela se necesitan al menos 1300 bolívares para comprar una caja.
Para adquirir un pack de seis latas de cerveza Zulia se necesitan 42 billetes.
En tanto, para comprar una arepa, comida típica venezolana, hay que tener en el bolsillo unos 26 billetes.
En cuanto a las frutas, las bananas se pueden conseguir hasta por 200 bolívares, mientras que las manzana a unos 900.
Para unos tomates, por su parte, se necesitan cerca de siete billetes de 100 bolívares, y para la cebolla, 600 bolívares.
Si uno quisiera tomar un café y una Coca Cola en Venezuela, necesitaría 11 billetes de 100.
La caja de huevos se consigue por unos 1800 bolívares.
La canasta básica en Venezuela ronda los 226.462,17 bolívares. Para ello, se necesitan unos 15 salarios mínimos (15.051,15 bolívares).
El pasado 12 de diciembre, Nicolás Maduro, firmó un decreto de emergencia económica que ordena la salida de circulación del billete de 100 bolívares. A raíz del caos generado, estiró su circulación hasta el 2 de enero.
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