A pesar de los anuncios a los cuatro vientos, no hay todavía paz en Colombia. Si bien 2016 será recordado como el fin del histórico conflicto armado entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) tras un trabajoso acuerdo -rechazado en primera instancia por un referendo, renegociado y ratificado finalmente por el parlamento el 30 de noviembre pasado- , aún se mantiene activo el segundo grupo guerrillero en importancia que sobrevive tras más de medio siglo: el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El ELN y las FARC nacieron ambos en 1964, pero en regiones diferentes del país. Las FARC surgieron en Marquetalia, como respuesta a una avanzada del Ejército sobre un grupo de campesinos que había establecido una suerte de república independiente.
El ELN nació más al norte, en el departamento de Santander, en San Vicente de Chucurí, a menos de 100 kilómetros del corazón petrolero y sindical del país, Barrancabermeja.
También hay diferencias de concepción y formación desde sus mismas bases. Los fundadores del ELN no fueron campesinos en armas como los de las FARC, sino intelectuales inspirados por la ideología marxista y la Revolución Cubana; de hecho, fueron a entrenarse a la isla caribeña y Fidel Castro los ayudó materialmente.
"El ELN se construyó en un modelo de guerrilla terrorista de izquierda, generalizado en América Latina, que tenía la peculiaridad de reclutar a sus combatientes entre jóvenes descontentos de clase media", cuenta el historiador David Bushnell en su libro Colombia: una nación a pesar de sí misma.
Desde el inicio, el ELN declaró su objetivo de tomar el poder, algo que las FARC recién explicitaron en la década del 80.
En diciembre de 1965, ingresó en el grupo del carismático cura Camilo Torres Restrepo, quien pocas semanas después sería muerto en un enfrentamiento con el Ejército. El breve paso de Torres le dio a la guerrilla su elemento religioso desde lo ideológico y en cuanto a la composición de sus filas: otros curas y monjas decidieron seguir el camino de Torres, Así, "el ELN terminó construyendo un pensamiento que combina las ideas revolucionarias con las de la teología de la liberación", explicó en su momento la revista Semana.
Mientras la estructura de organización verticalista y militar es parte de la esencia de las FARC, el ELN se organiza más como una federación de células en estrecha relación con las organizaciones sociales de su zona de influencia. Es habitual que los analistas sinteticen estas diferencias con las afirmación de que las FARC son un ejército que hace política mientras que el ELN se parece más a un partido político armado.
Algunas veces entraron en conflicto por territorio, pero la mayor parte del tiempo, ambos grupos armados –considerados terroristas por los gobiernos de Colombia, Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea-han coincidido en estrategias similares: atentados, extorsión, secuestros y la colaboración con los cárteles del narcotráfico para financiarse.
El ELN, que había sido prácticamente eliminado a comienzos de los 70, logró sobrevivir y regenerarse. En los 90 volvió a tomar fuerzas con una serie de resonados secuestros y atentados contra la infraestructura del país, en especial la petrolera: cobró millones bajo la amenaza extorsiva de impedir la construcción de un oleoducto que partía del departamento de Arauca y, finalmente, comenzó a hacer volar distintos tramos del mismo.
El gobierno colombiano avanzó primero en el acuerdo de paz con las FARC (cuyos combatientes se estiman en algo más de 6 mil) y poco después intentó comenzar un camino similar con el ELN (que tendría unos 1.500 combatientes).
Pero si con las fuerzas de Timochenko se pudo alcanzar un trabajoso acuerdo (en realidad, dos), las lideradas por Nicolás Rodríguez Bautista, alias "Gabino", se vienen resistiendo al diálogo y de hecho el algunas regiones parece haber tomado la posta de las FARC para continuar con su saga de secuestros, asesinato y ataques a oleoductos.
Uno de los problemas es que Gabino no parece tener el control total de sus fuerzas. "El Comando Central (Coce) enfrenta el poder de 'Pablito', jefe de Arauca que maneja el 70 por ciento de hombres en armas y la parte económica", advirtió el coronel (r) John Marulanda, experto en temas de seguridad.
Al día siguiente de las elecciones regionales de 2015, el ELN asesinó a 11 militares y un policía que regresaban de cuidar los comicios.
El 30 de marzo de este año, el gobierno y el ELN anunciaron en Caracas el inicio de un proceso de paz cuyos garantes serían Brasil, Cuba, Chile, Ecuador, Noruega y Venezuela.
Tras el acuerdo con las FARC, el gobierno de Juan Manuel Santos anunció que el 3 de noviembre se establecería en Quito, Ecuador, la mesa de negociación con el ELN para alcanzar un acuerdo de paz con el segundo grupo guerrillero en importancia de Colombia. Pero no fue posible.
"La instalación formal de la mesa pública con ese grupo (el ELN) queda aplazada hasta tanto no se libera sano y salvo a Odín Sánchez", anunció el presidente Santos el 27 de octubre último.
El ex congresista Odín Sánchez se entregó a los guerrilleros en abril pasado, como intercambio por su hermano Patrocinio, que estaba secuestrado desde 2013 y se encontraba en muy mal estado de salud.
El ELN, a su vez, ha hecho saber que para liberar a Sánchez exige a cambio los indultos de Wigberto Chamorro (hermano del segundo al mando de esa guerrilla, 'Antonio García'), y Juan Carlos Cuéllar, ambos recluidos en la cárcel Bellavista de Medellín.
A fin de noviembre, el gobierno anunció que esperaba finalmente poner en marcha la mesa de negociación con el ELN el próximo 10 de enero. Aunque el presidente volvió a plantear sus dudas pocos días después.
"El tema del ELN es claro: hasta que yo no vea a Odín Sánchez libre, sano y salvo, no va haber reunión. Así de claro y así de sencillo", reiteró Santos.
La actitud beligerante del ELN no termina en el secuestro de Sánchez o los del empresario Octavio Figueroa y el médico Edgar Torres, otras dos personas que mantiene capturadas, según denunció la ONG País Libre. En los últimos meses, los militares colombianos detectaron que el ELN, y en menor medida el más pequeño EPL (Ejército Popular de Liberación), intentan ocupar los lugares que va despejando las FARC.
Una región donde se ha visto esto es la de Catatumbo, al noreste del país. Allí, agricultores y comerciantes acostumbrados a pagar las extorsiones que exigían las FARC, cuenta que combatientes del ELN ya han tomado la posta. Los mismo ocurre en el municipio minero de Anorí, en Antioquía. Informes de inteligencia citados por el diario El Tiempo también mencionan situaciones similares en las regiones del Pacífico nariñense (en especial, Tumaco), el Cauca, el nordeste antioqueño, Chocó y el eje Meta-Guaviare.
En el año 2006, en el Catatumbo quedaban menos de 50o hectáreas de cultivos ilícitos. Para el año pasado habían vuelto a crecer hasta las 11.527 hectáreas, según el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos, lo que significa que el 20 por ciento de todo el territorio del Catatumbo está sembrado de coca.
"El negocio del narcotráfico en la región es de proporciones descabelladas", describió Semana, que también contó que en 2016 el Ejército destruyó en la zona unos 500 laboratorios de cocaína, que sale por la frontera en camiones hacia Venezuela.
El otro negocio del ELN en la región son las pinchaduras al oleducto caño Limón Coveñas. El petroleo es derivado en mangueras hacia refinerías que se esconden bajo los árboles. Parte se usa para procesar la pasta de coca y el resto se vende como gasolina.
Los asesinatos no se detienen. Esta semana, la guerrilla mató a dos policías colombianos en la localidad de Saravena, departamento de Arauca. El gobierno también sospecha que el ELN colocó la bomba debajo de un balcón que mató a una niña indígena, hace dos semanas en el Chocó. "Repudiables asesinatos del ELN. En vez de facilitar, alejan y dificultan llegar a un cese bilateral del fuego con este grupo", dijo Juan Camilo Restrepo, jefe del equipo negociador del gobierno.
Mientras tanto, el 2016 se irá sin que la paz en Colombia sea completa. Depende del ELN que el año próximo sea posible.
LEA MÁS: