El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, denunció que un "negociado" de funcionarios intermedios de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) permitió a LAMIA obtener el certificado de operador aéreo en Bolivia.
La denuncia la realizó en una entrevista concedida al periódico boliviano La Razón que se publicó este viernes. "Fue un negociado de funcionarios intermedios, que jamás nos comunicaron porque sabían que íbamos a negar la autorización", se desligó el político.
El certificado "indefinido" de operador aéreo de LAMIA, que fue expedido el 31 de julio de 2015, lleva la firma del General de Brigada Aérea Edgar Pereyra Quiroga, quien rubrica el documento como director ejecutivo de la DGAC.
"Este documento certifica que la empresa Lamia Corporation SRL está autorizada a realizar servicios aéreos no-regulares, doméstico e internacional de transporte de pasajeros, carga y correo, según se define en las especificaciones relativas a las operaciones (OPSPECS) que se adjuntan, de conformidad con su manual de operaciones, la ley Nº 2902 y la Reglamentación Aeronáutica Boliviana RAB Partes 121/119″, se lee en el documento, publicado por LAMIA en su cuenta en Twitter el 2 de marzo de este año.
El mismo diario publica que en el caso de la aeronave CP2399, que fue la que se estrelló en Colombia, el certificado de la matrícula fue aprobado por Gustavo Steven Vargas Villegas, director del Registro Aeronáutico Nacional de DGAC e hijo de uno de los socios de LAMIA, Gustavo Vargas Gamboa.
Padre e hijo se encuentran detenidos en el marco de las investigaciones que realizan las autoridades bolivianas en este caso.
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