El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, arremetió el jueves contra el Parlamento -controlado por la oposición- tras la suspensión del diálogo sobre la grave crisis política y económica del país.
Maduro acusó a los asambleístas de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de incumplir funciones y retomó sus amenazas de disolver el Legislativo, hechas reiteradamente desde que la alianza asumió la mayoría en enero pasado.
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"Hoy, la Asamblea Nacional una vez más no tuvo quórum (…) Son 34 veces. ¿Qué hacemos con la Asamblea Nacional? ¡Despido inmediato! ¡Disolución!", manifestó el gobernante socialista en cadena de radio y televisión entre aplausos de partidarios. "Son unos vagos", disparó.
"Las leyes dicen que si uno tiene tres faltas laborales, a uno deben despedirlo", subrayó.
Las palabras de Maduro se producen dos días después de un llamado del Vaticano y la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) -acompañantes de la mesa de diálogo- al "cese al fuego" entre las instituciones hasta el 13 de enero.
Las reuniones plenarias entre delegados del gobierno y la oposición fueron congeladas por la MUD el martes, alegando que el oficialismo violó los acuerdos alcanzados.
La MUD exige reactivar el proceso de referendo revocatorio contra Maduro –paralizado el 20 de octubre– o adelantar las elecciones presidenciales previstas para 2018.
Maduro también embistió contra Henry Ramos Allup, presidente del Parlamento, quien anunció que la próxima semana podría reanudarse un juicio legislativo para determinar la responsabilidad política del mandatario sobre la crisis.
El jefe de Estado aseguró que "familiares" del diputado opositor están involucrados en un supuesto ataque cibernético contra el sistema de pagos electrónicos a bancos que hizo colapsar parcialmente los puntos para tarjetas de crédito y débito el pasado viernes.
Seis directivos de la empresa financiera Credicard fueron detenidos el fin de semana. "Y van a ir presos otros más", advirtió Maduro.
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