El gobierno colombiano y las FARC alcanzaron un nuevo acuerdo de paz que contiene las aportaciones de los sectores contrarios al pacto inicial que fue firmado en septiembre y después rechazado por los colombianos en un plebiscito el 2 de octubre.
"Atendiendo el clamor de los colombianos y su anhelo de paz y reconciliación hemos alcanzado un nuevo acuerdo final", señaló el comunicado de las partes leído en La Habana, que ha sido sede de los diálogos de paz durante los últimos cuatro años.
El nuevo documento fue firmado por los jefes negociadores del gobierno, Humberto de la Calle, y la guerrilla, Iván Márquez (alias de Luciano Arango), quienes han encabezado nueve días de intensas reuniones en la capital cubana para alcanzar un nuevo consenso con el fin de "alcanzar una paz estable y duradera".
"Después del resultado del 2 de octubre (…) comprendimos que era necesario trabajar con celeridad en un acuerdo incluyente y respetuoso", declaró De la Calle durante el anuncio en Cuba.
Además, el jefe de la comitiva negociadora del gobierno dijo: "Yo pensaba que el acuerdo del 26 de septiembre era el mejor acuerdo posible, aunque era plausible a las criticas. Hoy con humildad reconozco que este acuerdo es mejor, porque resuelve muchas de las criticas". Sin embargo, aclaró que "su aceptación tampoco va a ser unánime".
Después de enumerar las que llamó "innovaciones" del nuevo acuerdo, De la Calle pidió "poner en marcha" la ejecución de los proyectos. "No podemos pedir que cese la discusión pero sí podemos desear que la gran decisión nacional sea poner en marcha la ejecución de los proyectos. Ese es el reto ahora", concluyó el negociador.
Por su parte, Iván Márquez dijo que en las negociaciones la guerrilla hizo su "mayor esfuerzo por responder a los anhelos de paz" y que "al nuevo acuerdo el único camino que le queda es su implementación".
"La paz sigue su marcha irrefrenable", afirmó Márquez. Los negociadores buscan que las FARC silencien definitivamente los fusiles después de más de cinco décadas, y se conviertan en partido político.
Colombia vive un conflicto armado que ha enfrentado durante más de 50 años a guerrillas, paramilitares y agentes de la fuerza pública, dejando unos 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.