La oposición venezolana calificó este miércoles como una "patada a la mesa" de diálogo y un intento de dividir a la arremetida del presidente Nicolás Maduro contra uno de sus partidos políticos –fundado por el encarcelado Leopoldo López–, al que el mandatario tildó de "terrorista".
"Maduro, con su agresión a Voluntad Popular y su intento de dividir a los demócratas venezolanos, le está dando un patada a la mesa y se está burlando del papa Francisco", aseguró el secretario ejecutivo de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, en su programa radial.
En su segmento semanal nocturno, Maduro calificó a Voluntad Popular como "un grupo terrorista al margen de la ley", por separarse del proceso de diálogo iniciado el domingo pasado con auspicio del Vaticano y Unasur.
"Yo aspiro a que los tribunales tomen cartas en el asunto ante los llamados terroristas de este grupo (…) y como jefe de Estado apoyaré todas las decisiones para que pague ante la Justicia este grupo terrorista. Así lo digo", manifestó el presidente.
Torrealba aseguró que Maduro busca dividir a la MUD entre "dialogantes y radicales". "Te equivocaste, nosotros somos todos demócratas y estamos unidos. Si te metes con uno, te estás metiendo con todos", le advirtió al presidente.
"Maduro quiere congraciarse con los radicales de su partido, quiere tratar de restablecer su maltrecha y cuestionada autoridad tratando de mostrar que es un duro, trata de dividir a la oposición y unir a los cuatro gatos que le quedan, sobre todo los radicales", manifestó Torrealba.
Maduro también criticó al diputado y coordinador nacional de Voluntad Popular, Freddy Guevara, al que calificó de "cobarde".
"Él cree que la inmunidad parlamentaria lo puede salvar de un carcelazo. No. Aquí no hay inmunidad para cuando se trata de ataques o anuncios terroristas contra la vida de la República", sentenció Maduro.
El intercambio de acusaciones ocurre poco después de que la MUD –incluido Voluntad Popular– decidiera suspender el martes un juicio sobre la responsabilidad de Maduro en la crisis que atraviesa el país y una marcha al palacio presidencial de Miraflores.
La oposición cedió en su ofensiva para dar una tregua de al menos diez días, que se celebre la próxima reunión de diálogo el 11 de noviembre, para ver gestos concretos del Gobierno, como su demanda por la liberación de presos políticos.
El Gobierno excarceló la noche del lunes a cinco opositores, pero López, condenado a 14 años por incitar a la violencia, rechaza ser liberado con medidas sustitutivas.
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