Mientras destaca los acercamientos con la oposición, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, advirtió que no asistirá este martes a la Asamblea Nacional para debatir con los legisladores opositores, luego de ser acusado de romper el orden constitucional y de abandonar el cargo.
"Estoy a la orden para hablar con la oposición, pero no para violar la Constitución", manifestó este lunes el jefe de Estado, quien mantuvo una serie de encuentros durante la jornada en torno al diálogo con la oposición.
"No insistamos en elementos ilegales", agregó.
El mandatario fue citado por el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, luego del acuerdo entre los diferentes bloques de la oposición sobre el proceso de evaluación de la responsabilidad política del jefe de Estado sobre la crisis del país, aprobado en la sesión del pasado 25 de octubre.
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"Me gustaría participar en jornadas con ellos sin cámaras, en privado", sostuvo Maduro, desde el Palacio de Miraflores.
Este lunes el presidente mantuvo reuniones con dirigentes de la oposición en busca del inicio de un diálogo y, en el marco de esas negociaciones, también se entrevistó con funcionarios extranjeros y representantes del Vaticano.
Uno de los encuentros más importantes del día fue el que mantuvo con Thomas Shannon, subsecretario de Estado norteamericano, quien llegó a Caracas para apoyar el diálogo con la oposición.
Por su parte, el presidente venezolano también se reunió con el ex presidente español José Luis Rodríguez Zapatero y con monseñor Claudio María Celli y el nuncio Aldo Giordano, enviados del papa Francisco.
"Soy muy feliz porque en Venezuela hay un proceso de diálogo", declaró el mandatario chavista, quien pidió a la oposición "remar juntos por Venezuela".
"Tienen que demostrar que tienen una ética y empezar a comportarse de otra manera", añadió.
Con relación a los bloques opositores que no se adhirieron al diálogo, manifestó: "Les tiendo la mano para dialogar".