La oposición venezolana analiza suspender la marcha hacia el palacio presidencial de Miraflores

Tras el inicio del diálogo con el Gobierno, los partidos que piden el fin del régimen de Nicolás Maduro podrían modificar la convocatoria realizada para este jueves. Ponen como condición que el chavismo ofrezca gestos de buena voluntad. La Iglesia desaconsejó la manifestación y Henrique Capriles anunció que hablará del tema este lunes por la tarde

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Manifestación en Caracas, el 26 de octubre (Reuters)
Manifestación en Caracas, el 26 de octubre (Reuters)

La oposición venezolana, que exige la salida del mandatario Nicolás Maduro por la interrupción del orden constitucional, considera suspender la movilización convocada para el jueves, que tenía como destino el palacio presidencial de Miraflores para demandar la renuncia del presidente.

"El Gobierno ha asumido compromisos. Veremos si hay un gesto que merezca la pena para reevaluar la estrategia de calle", manifestó este lunes Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la Mesa de Unidad Democrática, quien participó en la primera jornada exploratoria para el diálogo entre los sectores políticos. Los pedidos que la oposición puso sobre la mesa como condición fueron la liberación de los presos políticos y la reanudación del proceso revocatorio.

Sin embargo, Torrealba advirtió que "la agenda de lucha no se detiene", ya que está "en el contexto de lo hablado", y considera que el diálogo es "un escenario más" dentro de su confrontación con el régimen. Además, reiteró que este martes se realizará, de todas formas, la sesión en el Parlamento, que debatirá sobre la responsabilidad política de Maduro en la crisis.

Jesús Torrealba
Jesús Torrealba

Por su parte, el arzobispo de Caracas, Jorge Urosa, opinó que "no conviene" ir a Miraflores. En una entrevista para Unión Radios, el cardenal indicó que "se debe evitar la violencia fatal", pero fustigó contra el gobierno de Maduro: "El país va hacia la ruina. El diálogo debe ayudar a producir una salida electoral".

Su opinión podría ser un factor clave para la decisión, teniendo en cuenta que desde la oposición reconocieron que la mediación del Vaticano y los pedidos de la Conferencia Episcopal local fueron determinantes para aceptar sentarse a conversar con el chavismo.

Los seguidores oficialistas ya habían organizado una contramarcha para el jueves con el objetivo de bloquear los accesos al palacio, lo que podría generar enfrentamientos entre los manifestantes.

A su vez, Henrique Capriles indicó que dará un mensaje hacia el final de la tarde del lunes para brindar detalles de la movilización, pero no adelantó ninguna opinión.

Sin embargo, Voluntad Popular, partido del encarcelado Leopoldo López, que no participa en la mesa con el Gobierno, reiteró el llamado a la población a manifestarse en las calles el jueves: "A concentrar toda nuestra fuerza en la convocatoria histórica del pueblo de Venezuela a marchar este 3 de noviembre al Palacio de Miraflores".

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