Tras una reunión de cuatro horas en Casa de Nariño junto al presidente Juan Manuel Santos, el ex mandatario colombiano Álvaro Uribe hizo declaraciones a la prensa donde afirmó que se empeñará en lograr un nuevo acuerdo con las FARC, que satisfaga los deseos de todos los ciudadanos.
"Agradecemos al señor presidente de la República la cita que nos concedió hoy. Manifestamos ajustes y proposiciones iniciales que deberán introducirse a los textos de La Habana para buscar un nuevo acuerdo que vincule a todos los colombianos", dijo el senador del partido Centro Democrático.
"Es mejor la paz para todos los colombianos que un acuerdo débil para la mitad de los ciudadanos", declaró Uribe, en referencia al triunfo del "No" en el plebiscito el domingo pasado, que cosechó 50,21% de los votos frente al 49,78% del "Sí". Y afirmó: "Haré todo el esfuerzo para aportar a la construcción de un buen acuerdo con FARC".
Uribe también pidió que la comunidad internacional acompañe la "nueva etapa" en Colombia. "Pedimos a las Naciones Unidas que acompañe esta nueva etapa de la democracia colombiana, porque el resultado del domingo rechazó los acuerdos, pero reafirmó el deseo unánime de paz", declaró.
Uribe aseguró que durante el encuentro expresaron sus preocupaciones en torno a "la impunidad total, eligibilidad política" de personas acusadas de delitos de lesa humanidad, así como por "los secuestrados de quienes nada se sabe" y por "miles de niños reclutados" por las FARC "que no han llegado a sus hogares".
Por su parte, el presidente Juan Manuel Santos apeló a que todas las fuerzas políticas de Colombia depongan sus "antagonismos y rencillas" para que haya unidad nacional que permita conseguir la paz con las FARC.
"Estamos muy cerca de lograr la paz, una paz estable, duradera y con un apoyo ciudadano más amplio", dijo Santos en una declaración televisada. Y agregó: "Con los del 'No', identificamos que muchas de sus preocupaciones están en puntos que requieren aclaraciones o precisiones. Hoy mismo empezamos a trabajar con ellos para concretar esos puntos y resolver sus inquietudes".
"Todo esto deberá, como es natural, ser tratado con la delegación de las FARC en La Habana", dijo el presidente, que al día siguiente del plebiscito envió al jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle, y al Alto Comisionado de Paz, Sergio Jaramillo, a reunirse con sus contrapartes de la guerrilla.
Santos dijo que en estas conversaciones con la oposición su propósito es "atender en la medida de lo posible sus observaciones y propuestas de ajuste para encontrar un camino que nos permita no sólo culminar el acuerdo de paz con las FARC, sino fortalecerlo".
Santos también se reunió este miércoles con el ex presidente Andrés Pastrana (1998-2002), el otro gran promotor del "No" en un país polarizado sobre el acuerdo sellado el 26 de septiembre con la principal y más antigua guerrilla del país.
La charla fue "muy productiva", dijo el ex mandatario al salir del palacio presidencial, y pidió activar "de manera inmediata" las zonas de concentración de miembros de las FARC previstas en lo acordado en Cuba, tras casi cuatro años de arduas negociaciones con fuerte respaldo de la comunidad internacional.
"¿Por qué? Porque con la verificación de las Naciones Unidas, con la protección de los militares, van los guerrilleros de las FARC a tener la tranquilidad de que vamos a avanzar en este proceso", declaró Pastrana.
El acuerdo de paz prevé que los 5.765 combatientes de la guerrilla, según sus propias cifras, se reagrupen en 27 sitios para su desarme y posterior reinserción a la vida civil, en un proceso con verificación de ambas partes y de la ONU.
Pero el rechazo en el plebiscito ha generado incertidumbre sobre lo pactado, en particular sobre el cese al fuego bilateral y definitivo que rige desde el 29 de agosto.
El gobierno está dispuesto a extenderlo "cuanto sea necesario" para garantizar la seguridad de todos los colombianos, dijo el ministro de Defensa, Luis Villegas, luego de que Santos anunciara un plazo límite hasta el 31 de octubre.
Este blindaje jurídico es necesario para que la ONU permanezca en Colombia como monitora y verificadora del cese al fuego bilateral, según lo prevé el acuerdo de paz, aclaró el ministro.
"El futuro de Colombia no puede ser la guerra", señaló por su parte en Twitter la guerrilla, que el lunes dijo que no levantará el ato el fuego.
Para este miércoles se convocaron "marchas ciudadanas" en apoyo a la paz en 12 ciudades del país, como Bogotá, Cali, Barranquilla, Medellín y Cartagena, así como en Nueva York y París.
Colombia vive un conflicto armado que ha enfrentado durante más de 50 años a guerrillas, paramilitares y la fuerza pública, con un saldo de unos 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.