El agente chileno ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, José Miguel Insulza, criticó el discurso del presidente boliviano, Evo Morales, en la Asamblea General de la ONU y aseguró que la presión "por vía diplomática no es muy bien vista". También subrayó: "Es una falta de respeto a La Haya".
"Nos parece impropio (…) Si usted va a la Corte de Justicia a plantear un tema, no lo plantea en la Asamblea General (…) Esta dualidad le puede jugar en contra a Bolivia", dijo Insulza en una entrevista en Tele13 radio.
"Lo que se llama la presión por vía diplomática no es muy bien visto, ni en la corte ni en ningún organismo internacional", añadió el también ex secretario general de la OEA.
Evo Morales dijo este miércoles en la tribuna de la ONU que en 1879 el litoral boliviano fue invadido por militares chilenos y trasnacionales inglesas para apoderarse de las riquezas naturales existentes.
El mandatario altiplánico sostuvo que Chile se ha comprometido a negociar con su país la restitución de su cualidad marítima, argumento base de la demanda que La Paz presentó ante la CIJ y que es rechazado por Santiago.
Para Insulza, tanto la Asamblea General como la CIJ son órganos "principales" de las Naciones Unidas, por lo que haber presentado el asunto en ambos lugares es "grave", a su juicio.
"Va a haber una respuesta de la cancillería chilena, por escrito. No se le va a dar gran vuelo a esto, pero es muy molesto que se pasen a llevar normas tradicionales del sistema de solución de controversias", anunció.
Descartó, además, que la cancillería chilena esté "bolivianizada", y aseguró que ésta "tiene muchos temas, en cambio, Bolivia persiste siempre sobre uno solo".
"Replicamos y replicamos con tranquilidad y firmeza. No nos vamos a pelear con ellos, no les agredimos y no hemos dicho de ellos ni la centésima parte de las cosas que han dicho de nosotros", sentenció.
El 24 de septiembre del año pasado, la CIJ se declaró competente para dirimir el fondo de la demanda planteada en abril de 2013 por Bolivia contra Chile, en la que solicita que el tribunal obligue a Santiago a negociar y a concederle un acceso soberano al océano Pacífico, que perdió en 1879.
La Corte rechazó las objeciones preliminares presentadas por Chile y pronunciarse sobre el fondo de la demanda.
Chile solicitaba a la CIJ declararse incompetente para dirimir la demanda porque considera que las cuestiones en disputa, la soberanía territorial y la naturaleza del acceso de Bolivia al Pacífico, quedaron arregladas en el tratado de Paz y Amistad de 1904 y permanecen gobernadas por ese tratado.
Los dos países no tienen relaciones diplomáticas desde 1962, salvo un paréntesis de 1975 a 1978, por la falta de solución al reclamo marítimo boliviano, si bien mantienen consulados generales en La Paz y Santiago.
También están enfrentados en La Haya por las aguas del Silala, tras una demanda presentada por Chile este año, en la que pide al tribunal determinar si ese cauce es un río internacional que nace en Bolivia y discurre naturalmente hacia Chile o, como alega La Paz, es un conjunto de manantiales cuyas aguas son robadas por Chile a través de un sistema de canalización artificial.