Robert Acevedo, senador nacional y presidente del Congreso, aseguró que el peligroso narco brasileño Jarvis Chimenes Pavão, que está preso en Paraguay desde 2009, fue el autor del brutal asesinato de otro narco, Jorge Rafaat Toumani, alias "Sadam".
El traficante se desplazaba en una camioneta Hummer el 15 de junio pasado en la localidad de Pedro Juan Caballero, cuando fue interceptado por una banda fuertemente armada. Murió tras un intenso tiroteo. La autopsia reveló que había recibido 16 disparos.
En estos meses se especuló mucho acerca de quién podría haber ordenado el asesinato. Todo apuntaba a una guerra narco, pero no había demasiadas precisiones.
Acevedo acaba de aportar algo de luz. "Ése fue asesinado porque estaba impulsando la extradición de Pavão al Brasil, inclusive (en alianza) con una autoridad de Paraguay", afirmó el senador en una entrevista con ABC Color.
El legislador está convencido de que Pavão sigue operando tras las rejas, especialmente para matar a sus enemigos y rivales. "Mucha gente corre riesgo, toda la gente que lo denunció. Él es un hombre muy peligroso", dijo.
Uno de los que deberían reforzar su seguridad es el ministro del Interior, Francisco de Vargas, que fue el fiscal de la causa que terminó con la detención del capo criminal. "De Vargas puede correr peligro porque fue él quien lo capturó en 2009", dijo Acevedo.
Pavão, un narco muy poderoso
Jarvis Chimenes Pavão nació en Ponta Porã, un municipio brasileño ubicado en la frontera con Paraguay. Hoy tiene 42 años y hace más de una década que es conocido en su tierra como "El barón de la droga".
Entró en la mira de las fuerzas de seguridad en 1994, cuando fue apresado en Camboriú por tener 25 kilos de cocaína. Gracias a sus abogados, y a algunas falencias procedimentales, recuperó rápidamente la libertad.
Al tiempo se trasladó a Paraguay, donde contaba con mayores libertades para actuar. Desde allí siguió manejando el tráfico de drogas en el sur de Brasil.
La Policía brasileña descubrió que había montado una empresa de exportación de cervezas en Pedro Juan Caballero como fachada para enviar droga a Colombia. Allí era socio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Se cree que intercambiaba drogas por armas.
Su otro aliado poderoso es el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), la guerrilla que siembra el terror en las regiones rurales de Paraguay. Las autoridades creen que le brinda protección a distintos narcos que operan en el norte, entre ellos la organización de Pavão.
La noticia de su captura conmovió a la prensa de los dos países. Ocurrió el 29 de diciembre de 2009. Un operativo especial lo sorprendió en la estancia 4 Filhos. Vivía entre lujos despampanantes. Tenía desde autos de alta gama hasta una avioneta.
Desde el momento de su detención comenzó la presión para su extradición a Brasil, donde fue condenado a 17 años y ocho meses de prisión por narcotráfico. En Paraguay tiene una condena por lavado de dinero.
Un preso de lujo
"Allá (en Brasil) sí van a tenerlo en una prisión de máxima seguridad por la alta peligrosidad. Lastimosamente, en nuestro país vive como un rey, en una celda de oro", afirmó Acevedo durante la entrevista.
No es una acusación infundada. Pavão fue originalmente alojado en la penitenciaría de Tacumbú. Tiempo después de su llegada, O Globo denunció que el capo sobornaba a las autoridades penitenciarias para tener distintos privilegios.
"Tiene una oficina de 20 metros cuadrados, equipada con dos computadoras, impresora, televisor de pantalla plana y nevera. En la puerta, cuenta con guardias exclusivos", decía la nota.
Todo esto se comprobó el pasado 25 de julio, luego de que se hallara un kilo de dinamita en gel en uno de los muros del penal. Se creía que iba a ser utilizada para hacer un hueco por el que escaparía Pavão. La sospecha llevó a que se hicieran públicas las condiciones en las que estaba arrestado.
Su celda tenía muebles a medida, sommier, sofá, aire acondicionado, televisión y equipo de audio. Había hasta una colección de películas y series, entre ellas, El patrón del mal, inspirada en la vida de Pablo Escobar.
El escándalo fue tal que el presidente paraguayo, Horacio Cartes, ordenó el traslado de Pavão a la Agrupación Especializada, donde se encuentra hasta hoy. Se supone que allí no tiene los privilegios que tenía en Tacumbú.
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