El presidente recién confirmado de Brasil, Michel Temer dijo el viernes que la decisión del Senado de permitir que la presidente destituida Dilma Rousseff mantenga sus derechos políticos es una "pequeña" vergüenza, y minimizó su importancia para la estabilidad de su Gobierno.
Temer habló en el marco de una cumbre empresarial en Shanghái, luego de llegar a China el viernes para asistir a la reunión de líderes del G-20 en Hangzhou, su primer evento global tras la destitución esta semana de Rousseff, de la que fue vicepresidente.
"Por más de 34 años he estado en la vida pública y he seguido constantemente este tipo de pequeñas vergüenzas que se superan rápidamente", dijo a la prensa.
"Desde el principio siempre he dicho que esperaría con respeto la decisión del Senado. El Senado tomó esa decisión, con o sin razón, pero el Senado tomó esa decisión", agregó.
En una medida inesperada, el Senado de Brasil votó 42-36 para permitir a Rousseff retener el derecho a ocupar cargos públicos, en una ruptura con la ley que especifica que un presidente destituido lo pierde durante ocho años.
Con información de Reuters.
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