Ecuador: una oposición todavía dispersa se ilusiona con poner fin al "correísmo" en 2017

Esta semana hubo nuevas manifestaciones contra Rafael Correa, pero los opositores todavía no logran alinearse detrás de ningún candidato para las elecciones presidenciales del año próximo. El presidente, con su popularidad en baja, tampoco tiene un sucesor claro

Guardar

Las marchas a favor y en contra del Presidente Rafael Correa que se realizaron el jueves pasado dieron indicios de la temperatura política en este país de 16 millones de habitantes, que tras una década de inestabilidad política inauguró con el presidente populista, admirador de Hugo Chávez y Fidel Castro, una administración de 10 años, de la que ahora muchos ecuatorianos parecen querer salir a prisa, aunque no tienen claro el camino para lograrlo.

El 25 de Agosto (#25A, como se lo difundió en las redes sociales), miles de ciudadanos aglutinados en defensa de la Unión Nacional de Educadores (UNE) -disuelta la semana previa por el Gobierno- y en contra de las políticas de Correa salieron a las calles de Quito, Guayaquil, Cañar, Esmeraldas y otras ciudades.

Laxs protestas del jueves pasado contra el gobierno de Correa (EFE)
Laxs protestas del jueves pasado contra el gobierno de Correa (EFE)

Aunque las marchas no lograron replicar las multitudinarias jornadas de protesta del año pasado, cuando el país estaba agitado por las intenciones de Correa de establecer un impuesto a las herencias y al patrimonio, o cuando estuvo en plena efervescencia la intención de reformar la Constitución para permitir la reelección indefinida del mandatario y de todos los funcionarios de elección popular, sí fueron una muestra del descontento hacia las políticas de Correa, defensor del denominado socialismo del siglo XXI, que según analistas locales como Luis Verdesoto es una tendencia neopopulista que ha llegado al fin de su ciclo en América Latina, aunque aún quedan rastros muy profundos en la población, sobre todo porque coincidió con un período de auge económico.

Las marchas a favor de Correa, cuyo mensaje fue defender la denominada "Revolución Ciudadana", tampoco lograron la efervescencia de otros tiempos, cuando los recursos del petróleo eran generosos y buses de partidarios del mandatario llegaban a la capital del país para llenar la Plaza Grande, frente al Palacio de Gobierno.

Del lado de los opositores de Correa, monigotes, carteles, pancartas con mensajes en contra del Gobierno, quema de banderas del movimiento oficialista Alianza País, al igual que una cara gigante con lengua y orejas gigantes, que simbolizaba al presidente Correa y marchaba en medio de decenas de banderas rojas de la UNE al son de innumerables consignas dieron cuenta del desgaste del Presidente.

El sindicato de mestros UNE encabezó la protesta, luego de que el gobierno de Correa ordenara su disolución la semana pasada.
El sindicato de mestros UNE encabezó la protesta, luego de que el gobierno de Correa ordenara su disolución la semana pasada.

A la ya tradicional "Fuera Correa, fuera" se unieron consignas de "Correa lárgate con tu nefasta revolución ciudadana; Correa miserable, la UNE inquebrantable; la UNE vive, Correa ya se va".

"Hay una fuerte dosis de cansancio de parte de la población hacia el Gobierno de Correa. Yo oigo cada vez a más gente decir no me importa quien venga, aunque sean malos, pero que se vaya Correa", dijo Jorge León, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Quebec.

Las marchas opositoras también constituyeron un preludio de lo que se espera en las próximas elecciones presidenciales. Carlos Pérez Guartambel, dirigente de la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador, lo expresó: "No es una marcha cualquiera sino la preparación del alumbramiento de un nuevo Gobierno fuera del Correísmo", criterio reforzado por el Presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie), Jorge Herrera: "En 2017 debe haber un cambio y el Correísmo debe ir a la cárcel, no a la casa, a la cárcel".

(EFE)
(EFE)

Del lado del gobierno también se hizo la definición política. El vicepresidente de la República, Jorge Glas, sostuvo que el oficialismo es el verdadero representante de la izquierda y que la Revolución Ciudadana mantendrá el apoyo en las urnas.

Pero a casi seis meses de las elecciones presidenciales, Ecuador está recién en las preliminares y resulta muy difícil aún prever cómo será el comportamiento político y hacia dónde irán los ecuatorianos en las elecciones de Febrero.

Por un lado está una oposición aún muy fragmentada, con casi una decena de precandidatos presidenciales y único candidato seguro, Guillermo Lasso, y por otro el partido de Gobierno, Alianza País, que en lo que parece ser una estrategia para anular a la oposición recién el 1° de Octubre definirá su binomio presidencial y sus candidatos a Asambleístas.

(Reuters)
(Reuters)

"Al Correísmo le interesa tener una campaña muy corta porque no tiene la necesidad de posicionar en la ciudadanía sus propuestas; han hecho ya diez años de campaña", señaló Simón Pachacho, catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), con sede en Quito.

Según Pachano, en el momento en que se sepa quién será el candidato oficial se dibujará un escenario específico que condicionará las estrategias de la oposición. "Si Correa se candidatea habrá un escenario específico, pero si no es él, habrá un escenario completamente distinto. Si hay candidatura de Correa es probable que se dé unidad en la oposición, en caso contrario la oposición podría confiarse y tomar la primera vuelta electoral como una competencia entre ellos para definir quién pasa a la segunda."

Pese a que Correa ha dicho varias veces que ya no se candidateará porque tiene una deuda con su familia – además de que legalmente tendría que esperar un período para volver a la Presidencia- también por varias ocasiones ha amenazado a la oposición con presentarse a elecciones. "Que no molesten mucho los mediocres de siempre y los cobardes de siempre, porque me les presento. Mi decisión se mantiene: no presentarme, pero depende del nivel de bravuconería y cobardía de los mismos de siempre", dijo el mes pasado.

Muchos de los grupos indígenas y de trabajadores que apoyaban a Correa se volvieron opositores (Reuters)
Muchos de los grupos indígenas y de trabajadores que apoyaban a Correa se volvieron opositores (Reuters)
(Reuters)
(Reuters)

Según León, ese tipo de declaraciones son más para mantenerse en el tapete y mantener la popularidad antes que para presentarse a elecciones, pero también "el ser actor principal omnipresente crea rechazo; no necesariamente es una buena estrategia".

Hasta el momento, del lado del oficialismo se vislumbran dos posibles candidatos para reemplazar a Correa: el actual vicepresidente, Jorge Glas y el ex vicepresidente Lenin Moreno, y aunque Glas parece gozar de la preferencia de Correa, hasta el momento Moreno tiene mayor aceptación en la población.

De acuerdo con Verdesoto, Glas sería el Presidente ideal para Correa: "Es igual a él, su amigo de barrio, su discípulo de boy scout; es un hombre de personalidad similar y un imitador extremo de Correa, es como tener a sus espaldas gobernando, mientras que Moreno a futuro podría no ser tan leal por la necesidad de ampliarse más allá del Correísmo".

Expertos creen que Correa tiene alrededor de un 25% de voto duro en el electorado, una base asentada en los viejos ámbitos del populismo, consecuencia del uso extenso de subsidios, pero que si sigue la fragmentación en la oposición podría ser suficiente para que su partido gane las elecciones, pues las tres cuartas partes restantes se dividirán entre varios candidatos y una parte también iría al Correísmo.

"El Gobierno es el autor de la base clientelar más grande que ha habido en la historia republicana. En este momento la disputa es quién tendrá en la oposición la capacidad de erosionar esta base dura", enfatizó Verdesoto.

A lo largo de 10 años Alianza País no ha sido capaz de generar candidatos lo suficientemente fuertes que puedan reemplazar con éxito a Correa.

El Gobierno es el autor de la base clientelar más grande que ha habido en la historia republicana. En este momento la disputa es quién tendrá en la oposición la capacidad de erosionar esta base dura

"El gobierno sigue pensando que el mejor vendedor de la mercancía es Rafael Correa, pero cuando un gobierno de tanta concentración de poder empieza a ser cuestionado y hay dudas sobre lo que dice, eso se vuelve una especie de bola de nieve", dijo León.

Indígenas, trabajadores, ecologistas, maestros y sectores de izquierda, incluida la extrema izquierda que estaba asentada en la dirigencia de los maestros, que fueron los antiguos aliados de Correa y parte fundamental de su triunfo en noviembre del 2006, son ahora sus mayores opositores y enemigos políticos.

(EFE)
(EFE)

El dirigente sindical Pablo Serrano, presidente del Frente Unitario de Trabajadores, cree que no se puede tapar el sol con un dedo. "Correa nos traicionó, no siguió el plan de Gobierno que se planteó y a base de la mentira, prepotencia, persecución a líderes e imposición del miedo nos ha conculcado los derechos, ha secuestrado la Democracia y se ha convertido en el gobierno más nefasto para los trabajadores", lo cual es negado por el Gobierno de Correa que acusa a sus antiguos aliados de oportunistas, izquierda infantil o ecologistas infantiles.

El 18 de Octubre, el Consejo Nacional Electoral tiene previsto convocar a elecciones y el siguiente día empieza la inscripción de candidatos, que finaliza el 18 de noviembre, por lo que recién allí Ecuador dará señales más claras de cuál podría ser el camino electoral que tome el próximo año.

LEE MÁS: Especiales de Infobae América

Guardar