En el primer semestre de este año 35 defensores de los derechos humanos fueron asesinados en Colombia y 279 sufrieron algún tipo de agresión, según un informe de la ONG Somos Defensores, que alertó que en el posconflicto con las FARC las acciones violentas contra los activistas pueden aumentar.
"Las cifras de homicidios se incrementaron el 3%" con respecto a 2015, indicó la ONG en su informe. En total, fueron registrados 314 hechos de violencia contra defensores entre enero y junio de este año. Además de los 35 asesinatos, hubo 232 amenazas, 21 atentados, 13 detenciones arbitrarias, nueve usos arbitrarios del sistema penal, tres robos de información y una desaparición.
De los 35 asesinatos, tres de las víctimas fueron mujeres y 32 hombres.
Entre las víctimas mortales de los primeros seis meses del año figuran seis indígenas, cinco líderes comunales, cuatro afrocolombianos, cuatro campesinos, un desplazado y un miembro de la comunidad LGBTI, entre otros.
Somos Defensores aseguró también que Cauca y Antioquia son los departamentos que registraron el mayor número de defensores asesinados en el periodo analizado, con siete cada uno.
La ONG, que recopila información sobre la situación de los activistas en el país, añadió que "entre enero de 2010 y junio de 2016 han sido asesinados 381 defensores de derechos humanos en Colombia".
Como presuntos autores de las 232 amenazas sufridas por los defensores en el primer semestre, el estudio señala a la banda de origen paramilitar Águilas Negras como responsable en 119 de los casos, seguida por las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) en 51 casos y a otro grupos en 30.
También figuran las bandas criminales Los Rastrojos y el Clan Úsuga como responsables de 21 y cuatro casos respectivamente, las fuerzas del Estado (cinco) y desconocidos (dos).
Al referirse al futuro de los activistas, Somos Defensores dijo que lejos de disminuir las agresiones con la próxima firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), es posible que éstas aumenten.
"Los primeros seis meses de 2016 han dejado una estela de nuevos retos para los defensores de derechos humanos en Colombia, que lejos que disminuir sus riesgos pueden acrecentarlos de cara a la firma definitiva de los acuerdos y la implementación de los mismos", reflexionó la organización.
A Somos Defensores le preocupa especialmente la "estigmatización" por la "proliferación de mensajes de odio y rechazo a los acuerdos de paz" y otros avances en favor de las víctimas del conflicto. Por ello, consideró "muy posible que esta campaña de estigmatización continúe y sean los defensores el blanco perfecto de acciones de desprestigio y persecución".
Otros factores que podrían agudizar la problemática son el plebiscito que la Corte Constitucional de Colombia avaló como mecanismo vinculante para refrendar los acuerdos de paz que se logren en Cuba y la reciente creación de un nuevo Código de Policía.
Igualmente, concluyó la ONG, a pesar de que las acciones bélicas producto del conflicto armado han disminuido, existen "nuevos focos de agresión" como las "luchas por el medioambiente, contra la minería a gran escala y la defensa del derecho a la tierra y el territorio".
Con información de EFE