Los abogados defensores de la mandataria suspendida Dilma Rousseff le aconsejaron que asista al juicio político que se desarrollará a fines de mes.
Sin embargo, la jefa de Estado quiere ciertas garantías que no estaría dispuesta a ceder bajo ningún concepto: una de ellas es que no le hagan preguntas.
Rousseff está preocupada por los cuestionamientos que puedan hacerle los parlamentarios y lo que quiere evitar es "sentirse acorralada" y pasar un mal momento. De acuerdo a lo que publica O Globo, no estaría dispuesta a escuchar críticas y, menos aún, a recibir agresiones verbales.
El abogado del Partido de los Trabajadores (PT), el ex ministro José Eduardo Cardozo, dijo que sólo vale la pena que Rousseff asista si la dejan hablar y luego retirarse.
Por su parte, el líder del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) en el Senado, Cássio Cunha Lima, afirmó que la figura de la presidente será respetada. "Vamos a ser respetuosos pero eso no significa que no le hagamos preguntas. Vamos a ser firmes pero respetuosos", prometió.
En 1992, el entonces presidente Fernando Collor de Mello no asistió al juicio. Según los interlocutores, Dilma sigue evaluando la situación, pero dijo que se ha agotado.
El Senado de Brasil aprobó el informe del instructor
Este jueves, la comisión del Senado brasileño a cargo del juicio político contra la presidente suspendida aprobó el informe del instructor, que pide destituir a la mandataria.
Con 14 votos a favor y cinco en contra, los legisladores decidieron avanzar con el impeachment. Las acaloradas discusiones confirmaron el escaso apoyo a Rousseff que existe en la comisión.
Sólo cinco de los 21 miembros de ese colegiado rechazaron el informe del instructor y todos pertenecen al arco de izquierdas, que apoyó la gestión de Rousseff y mantiene su fidelidad a la mandataria, suspendida de sus funciones el pasado 12 de mayo.
Sin embargo, otros 14 senadores dejaron claro que seguirán el camino señalado por el instructor, con lo cual el informe llegará al pleno del Senado con pleno apoyo de la comisión.
El senador Cassio Cunha Lima, uno de los que anticipó su apoyo a la destitución de Rousseff, pidió abreviar los debates a fin de que se acelere el fin de un proceso que "ya cansa a la población", dijo.
"Hay un país que sangra, en crisis económica, que ya no soporta más este juicio. La paciencia del pueblo está agotada y exige que el fin de este juicio", que comenzó en diciembre pasado, apuntó.
La prisa de los partidarios de Michel Temer, vicepresidente hasta el pasado 12 de mayo y desde entonces en el poder en sustitución de Rousseff, alteró aún más los ánimos de los defensores de Rousseff.
La mandataria responde por graves irregularidades en el manejo de los presupuestos, por contratar créditos para el Gobierno con la banca pública y emitir decretos que alteraban los gastos sin la debida venia del Congreso, todo lo cual está vetado por las leyes brasileñas.
Cómo sigue el proceso
Tras la votación de este jueves en la comisión, el informe será leído en el pleno del Senado el viernes, cuando todo el país y buena parte del mundo estarán pendientes de la inauguración de los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro.
Luego, el próximo martes será votado en el pleno del Senado y bastará una mayoría simple de 41 votos entre 81 posibles para que avance hasta la fase definitiva del proceso.
Ese último trámite será otra votación en el pleno del Senado, convocada por la Corte Suprema, en la que Rousseff será destituida si así lo decide una mayoría calificada de 54 votos, de los cuales los partidarios de la continuidad de Temer aseguran que ya tienen garantizados unos 60.
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El Senado de Brasil aprobó el informe del instructor y avanza el juicio político a Rousseffhttps://t.co/4wXCrnd5j5 pic.twitter.com/QoSsZcenca
— Infobae América (@InfobaeAmerica) August 4, 2016