Miles de haitianos, algunos con velas y cuencos de calabazas con ofrendas de carne de cabra, hicieron el sábado un peregrinaje hasta una cascada que consideran sagrada para bañarse y orar por todo tipo de cuestiones, desde una buena cosecha hasta por el fin de la crónica disfunción política en Haití.
Una mezcla de vudú y fe cristiana y una multitud de jóvenes que buscan una fiesta se reunieron en la cascada de Saut d'Eau, donde frotaron sus cuerpos con jabón y hojas aromáticas. Todo esto sucedió en la última jornada de una festividad anual de tres días de duración.
Numerosos haitianos pobres efectuaron largos trayectos a pie, motoneta o hacinados en las partes traseras de camionetas de carga para llegar hasta la parte baja de la cascada, que alcanza unos 30 metros de altura, y la rodearon con velas blancas colocadas en tocones de árboles.
Un grupo de personas dedicadas a la agricultura de subsistencia y procedentes de la ciudad costera de Arcahaie gastaron sus pocos ahorros para viajar a la cascada con sus mejores prendas a fin de participar en los rituales vudú: vestidos púrpura con cuello rojo para las mujeres y camisa y pantalón blanco para los hombres.
"He venido a dejar mi enfermedad en el agua y llevarme suerte nueva", dijo Dieudeaue Beauvil, quien dice que tiene problemas con un misterioso mal.
Hubo numerosas personas jóvenes que vinieron principalmente para divertirse, beber licor casero y coquetear en las aguas.
Sin embargo mucha gente rezó con seriedad y lanzó su ropa mojada al agua en un acto simbólico de dejar atrás como era antes. Algunas personas tuvieron espasmos porque supuestamente los espíritus se apoderaron de ellas.
La trabajadora social haitiana-estadounidense Andrea Bellevue vino desde Boston en busca de la ayuda de Erzulie, la espíritu santo del amor en vudú.
"Cuando uno viene a ella y le pide algo se lo cumple", dijo la residente de Boston mientras ella y muchas personas más se desvestían hasta quedar en ropa interior y frotaban sus cuerpos con hojas.
En la localidad cercana de Saut d'Eau, los peregrinos convergieron en una iglesia local para rezar por la virgen María del Monte Carmelo, estrechamente asociada con la diosa vudú de Erzulie.
El misticismo de la cascada de Saut d'Eau se debe a una leyenda del siglo XIX de que una imagen de la virgen se apareció en el lugar.
En tanto el vudú surgió debido a los esclavos africanos traídos en el siglo XVII. Los colonizadores franceses los obligaron a practicar el catolicismo romano pero muchos se mantuvieron leales en secreto a sus religiones africanas y adoptaron santos católicos para que coincidieran con espíritus africanos.
La religión vudú tiene gran importancia en la vida los haitianos, que viven en uno de los países más pobres del planeta, aquejado por inestabilidad política y frecuentes levntamientos.
Desde 2004 en el país hay una fuerte presencia de los cascos azules de la ONU, que iniciaron una misión es estabilización luego del derrocamiento del presidente Jean-Bertrand Aristide.
En tanto en 2010 Haití sufrió un devastador terremoto que causó cientos de miles de muertos y sumió al país en el caso.
Con información de AP