Al menos nueve personas, incluidos cuatro policías, resultaron heridas y 29 fueron detenidas en choques registrados entre manifestantes y agentes en la primera jornada de la huelga de 72 horas convocada por la Central Obrera Boliviana (COB) en contra del cierre y despidos en la firma estatal Enatex.
La huelga comenzó con un seguimiento parcial y con bloqueos callejeros y marchas en algunas ciudades, si bien el mayor conflicto estuvo en Cochabamba (centro), donde se produjo el enfrentamiento entre policías y obreros que intentaban cerrar el paso en la ruta que conecta esa región con el occidente del país.
Los agentes lanzaron gases lacrimógenos a los manifestantes para evitar el bloqueo, mientras que estos respondieron a la acción policial con palos y piedras.
Un dirigente de la Central Obrera Departamental, Ángel Camacho, dijo al diario cochabambino Los Tiempos que cinco obreros resultaron heridos en el enfrentamiento, dos de ellos de gravedad. "Queremos denunciar que la Policía actuó con mucha brutalidad", lamentó Camacho.
El comandante departamental de la Policía, Luis Aguilar, reportó por su parte que cuatro agentes quedaron heridos y que fueron detenidas 29 personas, incluida una mujer.
En La Paz, mineros, maestros, fabriles y trabajadores de salud bloquearon hasta las primeras horas de la tarde algunos tramos de la autopista que conecta esa urbe con la vecina El Alto.
También hubo bloqueos callejeros y marchas en Tarija, Oruro, Potosí y Santa Cruz, según mostraron canales de televisión.
La COB cumplió la semana pasada huelgas de 24 y 48 horas que tuvieron un escaso seguimiento y también encabezó manifestaciones de miles de personas en varias ciudades.
En esta ocasión, la mayor entidad sindical tampoco ha logrado paralizar el país.
Con esta medida, los trabajadores exigen al Gobierno de Evo Morales que anule un decreto que dispuso a mediados de mayo pasado el cierre de la estatal Enatex y el despido de sus 850 obreros.
El Ejecutivo boliviano creó Enatex en 2012 sobre la base de la empresa privada Ametex, cuya crisis se agravó en 2008 cuando Estados Unidos canceló a Bolivia el beneficio de unas preferencias arancelarias concedidas a países andinos.
La COB ha sido uno de los principales aliados políticos del Gobierno de Morales desde su llegada al poder en 2006, pero la semana pasada anunció su ruptura con el oficialismo al considerar el cierre de la firma estatal como "leonino" y "neoliberal".
Las autoridades han rechazado anular el decreto con el argumento de que la situación de Enatex era insostenible y declararon ilegales las tres huelgas convocadas por la COB.
En una entrevista con la radio Santa Cruz, el presidente Morales ratificó que la norma se mantendrá y consideró que los trabajadores aceptaron la medida al cobrar sus indemnizaciones tras los despidos.
Cuestionó a los dirigentes sindicales que, a su juicio, "no están entendiendo la importancia que tiene el trabajo y compromiso con Bolivia" y opinó que los "trabajadores de base" les rebasaron al no acatar la huelga.