El ex ministro de gobierno de Guatemala fue arrestado días atrás por un escándalo de corrupción relacionado con el financiamiento de una campaña política en el año 2011.
Mauricio López Bonilla aseguró que no brindará declaración ni ayuda al Ministerio Público de Guatemala o a la Comisión Internacional contra la Impunidad con una frase contundente: "Aunque me viera en el peor de los casos, me llevaría conmigo los secretos a la tumba. No creo ético por salvar el propio pellejo, hundir a un montón de gente que confió en uno".
Estados Unidos pretendía levantar cargos en Washington contra López Bonilla por sus lazos con la venta ilegal de droga, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) asegura que ese financiamiento espurio proviene de dinero "relacionado con el narcotráfico". El FBI se mostró "sorprendido" por el correcto accionar del gobierno guatemalteco y aseguró a la fiscalía de ese país que las investigaciones continuarán y que recibirán el apoyo necesario al respecto.
Medios de prensa locales informaron que el FBI solicitó al gobierno de Guatemala detalles del arresto y si el mismo se efectuó por la aparente relación del político con dinero del narcotráfico, sin embargo funcionarios de la fiscalía dijeron desconocer tal petición realizada por los norteamericanos.
Por su parte, la fiscal general, Thelma Aldana, dijo que "la captura corresponde a la gobernación" y afirmó que no hay requerimiento formal de EEUU contra López Bonilla, aunque el actual ministro de la gobernación, Francisco Rivas, confirmó el pedido del FBI pero aclaró que no se realizó "formalmente".
López Bonilla está investigado por nueve casos de corrupción, entre los cuales se destaca un contrato irregular en el Registro Nacional para las Personas, dudas en la ejecución de contratos, consumo de combustible sin respaldo y gastos por cantidades millonarias que no fueron reportados en el sistema de contabilidad y compras del estado.