La combinación de escasez, pobreza extrema y violencia está causando estragos en Venezuela. El pasado martes 7 se registró una nueva escena del caos en el que se convirtió la vida cotidiana en gran parte del país.
Un camión que transportaba pollos de granja vivos por la Intercomunal Barquisimeto Acarigua se detuvo ante un semáforo en rojo, a la altura de La Piedad, en el municipio Palavecino. No volcó, ni se le rompió el motor. Sólo se detuvo a la espera de la luz verde.
Esos segundos fueron suficientes para que un grupo de personas lo abordara y empezara a sacar los pollos. Sorprendidos, los ocupantes de los autos que rodeaban al camión empezaron a filmar y publicaron los videos en Twitter. Con el correr de las horas y de los días se fueron viralizando.
El brutal desabastecimiento que obliga a los venezolanos a hacer interminables colas para conseguir bienes esenciales, sumado a la inflación galopante que hace inaccesibles muchos alimentos, lograron que los saqueos se volvieran una práctica común. Éste fue un ejemplo extremo de esta tendencia.