A sólo seis meses de que se retomaran las rutas comerciales de aviación a Cuba luego de medio siglo, dos aerolíneas anunciaron que cancelarán sus vuelos. Frontier y Silver —una con servicio a La Habana, la otra con nueve localidades en la isla— registraron un aumento de la capacidad del 300% y costos excesivos. Otras aerolíneas, entre las que se cuenta American Airlines, han reducido sus operaciones.
El próximo 22 de abril Silver, una empresa regional del estado de la Florida con sede en Fort Lauderdale, cancelará todos los vuelos a las seis rutas que le quedaban, luego de que cortara los viajes a tres. "Actuar de la misma forma irracional que las demás aerolíneas no beneficia a Silver", dijo la vocera de la compañía a USA Today. "No obstante, Silver seguirá observando las rutas de Cuba y considerará la reanudación de los servicios en el futuro si el ambiente comercial cambia".
Frontier, una empresa low-cost de alcance nacional con cabecera en Denver, Colorado, operará por última vez su vuelo diario desde Miami hasta la capital cubana el 4 de junio.
Tras el intento de normalización de las relaciones entre los Estados Unidos y la isla que iniciaron los presidentes Barack Obama y Raúl Castro el 17 de diciembre de 2014, la competencia por los viajes a Cuba aumentó sin que se pudiera estimar con claridad el volumen de viajeros que efectivamente se transportaría. Además, dados los obstáculos comerciales por las leyes que mantienen el embargo, algunas agencias de viaje importantes como Expedia y Priceline no comercializan todavía los pasajes.
A comienzos de 2017 American Airlines, la compañía más grande que vuela a Cuba, recortó su servicio diario en un 25% y comenzó a utilizar aviones más pequeños. También JetBlue Airways cambió las naves por otras de menor capacidad.
"El otoño pasado las aerolíneas volaron a Cuba con estimaciones sobre el cuadro de la demanda, y fueron ambiciosas en exceso cuando se atropellaron por las rutas limitadas disponibles", argumentó Bloomberg Businessweek al analizar la noticia. Las rutas que se abrieron habilitaban 110 vuelos diarios, 20 de ellos a La Habana, el destino más popular.
Al ignorar el nivel de demanda que enfrentarían, muchas empresas apostaron de más para no perder ante sus competidores. Ahora comenzó un proceso de ajuste.
Otras empresas eligieron la paciencia. Southwest se mantiene a la expectativa: su plan inicial fue esperar un año y sólo entonces evaluar los resultados. Si el embargo perdiera rigidez —el senador Jerry Moran, republicano de Kansas, propuso una ley para liberar la venta a Cuba de productos agriculturales—, la demanda volvería a subir.
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