Practicar yoga es más beneficioso para el cerebro que los ejercicios de memoria

Lo afirmó un estudio de la Universidad de California. Por qué la práctica resulta de gran ayuda para lograr mejoras cognitivas

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Si a alguien le dijeran que realice una actividad para agilizar su memoria seguramente se inclinaría por los juegos mentales, del estilo de crucigramas, sopas de letras o similares. Pues vale la pena conocer que la práctica de yoga también sería una elección acertada.

Es que recientes investigaciones revelaron que la disciplina no sólo es buena para el cuerpo; podría ayudar también a la memoria.

Del estudio participaron 25 adultos de edades comprendidas entre 55 y más años que tenían deterioro cognitivo leve, o problemas con el pensamiento y la memoria que a veces preceden a la enfermedad de Alzheimer. Los participantes fueron asignados al azar para completar ya sea un curso de tres meses de yoga y meditación, como para practicar ejercicios de entrenamiento de la memoria, que consiste en habilidades y trucos ya conocidos por mejorar la rememoración.

El grupo que practicó yoga también registró mejoras en sus síntomas de depresión y ansiedad que el grupo que había hecho "Entrenamiento cerebral"

Al final del estudio, los dos grupos registraron mejoras similares en su memoria verbal, que es la que se utiliza cuando la gente recuerda los nombres o listas de palabras. Pero los que practicaron yoga, además, tuvieron mejoras más grandes en la visual-espacial, el tipo que se utiliza para evocar lugares y navegar mientras se conduce-.

"Históricamente, el yoga fue pensado para ser el aliado ideal en lograr un envejecimiento saludable pero esta es la demostración científica que completa ese beneficio", destacó el coautor del estudio, Harris Eyre, candidato doctoral en la Universidad de Australia de Adelaida. "Estamos convirtiendo la sabiduría histórica en las pruebas científicas necesarias para que los médicos recomienden esta terapia a sus pacientes", aseguró Eyre, que condujo el estudio con investigadores de la Universidad de California, Los Ángeles.

El conjunto que tuvo formación en yoga participó de una clase semanal, que consistía en ejercicios de respiración, canto, meditación, la visualización de movimientos de la mano y de la luz.

En tanto, el que hizo los ejercicios de entrenamiento de memoria participó en sesiones semanales para aprender habilidades, como asociar ciertas imágenes o palabras con las caras y los nombres de las personas que conocían mejor.

Ambos grupos también mostraron cambios en su actividad cerebral que reflejó mejoras en la memoria, según los investigadores.

Las investigaciones también demostraron que la práctica de yoga puede aumentar la producción de una proteína llamada factor de crecimiento neurotrófico derivado del cerebro, lo que estimula el crecimiento de las conexiones entre las neuronas.

Sin embargo, debido a que el nuevo estudio fue pequeño en cantidad de participantes, los especialistas plantearon la necesidad de realizar más investigaciones en grupos de más cantidad de personas para confirmar los resultados.

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