Un grupo de manifestantes incendió hoy la casa donde vivía Jonathan Luna, el joven detenido como aparente autor del crimen de Micaela Ortega, tras lo cual la policía montó una custodia en la zona para evitar que se destruyan posibles pruebas útiles en la investigación del asesinato.
Fuentes vinculadas a la investigación señalaron que personas que se mostraron conmocionadas por el crimen de la nena se acercaron hasta la vivienda que ocupaba Luna en la ciudad de Ingeniero White y prendieron fuego a la casa.
El incendio fue perpetrado contra la construcción precaria de chapa y maderas ubicada en una zona semirural de Juana Azurduy y Canning.
Si bien había dos policías en un patrullero como custodia de la vivienda, donde la justicia podía buscar más rastros en la investigación por el crimen, los agentes se vieron desbordados por la turba que avanzó sobre la vigilancia y quemó la casa.
Bomberos voluntarios debieron acudir al sitio para apagar el fuego en la vivienda que había sido allanda anoche por la justicia. Las fuentes señalaron que ahora los investigadores tendrían que abrir una segunda causa para investigar este incidente y lamentaron que con el accionar popular se pudo haber destruido material de importancia para la causa por el crimen.