El magnate, quien este miércoles aseguró la candidatura presidencial republicana en EEUU, delineó su política energética y medioambiental con llamativos cambios al lineamiento de la gestión de Barack Obama: resucitaría el polémico proyecto del oleoducto Keystone XL y cancelaría los acuerdos climáticos alcanzados en París en 2015.
Enuna conferencia ante miembros de la industria petrolífera en Bismarck (Dakota del Norte), Trump se mostró abierto a aprobar la construcción de Keystone XL, que el Gobierno de Obama rechazó en noviembre por su impacto medioambiental.
"Quiero que se construya, pero quiero una parte de los beneficios. Así es como haremos a nuestro país rico de nuevo", indicó el neoyorquino.
Tanto en Canadá como en Estados Unidos, numerosos grupos medioambientales y organizaciones indígenas se opusieron a la construcción de Keystone XL y aplaudieron la negativa de Obama al considerar que facilitaría el mayor desarrollo de los yacimientos de arenas bituminosas de Canadá. Los yacimientos canadienses de petróleo pesado, las terceras mayores reservas de crudo del mundo tras las de Arabia Saudita y Venezuela, son considerados entre los más contaminantes del mundo.
Trump también se mostró partidario de "cancelar" los acuerdos sobre medioambiente de la convención de París celebrada el año pasado y suscritos por más de 170 países el 22 de abril en Nueva York, y aseguró que "retiraría" todos los fondos de EEUU para la ONU que tengan que ver con el cambio climático.
El candidato ha repetido varias veces su escepticismo sobre el problema medioambiental por la elevación de temperaturas. "No creo en el cambio climático", dijo a la cadena CNN en 2015. "Es siempre el tiempo. Y así ha sido durante mucho, y además, la verdad, el tiempo cambia", agregó.