El escándalo de dopaje que atormenta al atletismo ruso pone en jaque la participación de sus competidores en los Juegos Olímpicos 2016, por lo que Yelena Isinbayeva, una de las campeonas olímpicas más famosas del país, puso el grito en el cielo y advirtió que podría llevar el caso hasta las últimas consecuencias.
La doble campeona en salto con garrocha aseguró que si Rusia queda vetada de Río 2016, sería una violación a los derechos humanos y está dispuesta a acudir a un tribunal de DDHH.
"Es una violación directa de los derechos humanos, una discriminación. En caso de que se confirme una exclusión, iré personalmente a un tribunal internacional de derechos humanos. Y me siento muy confiada en la victoria", sentenció Isinbayeva, mientras espera la decisión final de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF).
Se espera que el próximo mes la IAAF confirme si Rusia puede competir en la cita olímpica, que comenzará el próximo 5 de agosto. La garrochista de 33 años se reincorporó a los entrenamientos tras su maternidad y pretende seguir haciendo historia.
"Estoy enojada porque me siento impotente. Todo lo que puedo hacer ahora es entrenar. Esta es mi oportunidad de ganar un tercer oro olímpico y escribir otro capítulo en mi historia, pero se me pide pagar por los errores de otros", apuntó en alusión a que sus controles de doping nunca dieron positivos.
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Las declaraciones de Isinbayeva llegan luego de que el Comité Olímpico Internacional diera a conocer 31 casos positivos por dopaje de atletas que participaron en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, de los cuales 14 eran deportistas rusos.