El empresario Enrique Blaksley Señorans se hizo conocido en la Argentina por sus negocios con deportistas como Lionel Messi, Usain Bolt y Roger Federer, el club Boca Juniors o el equipo de polo La Dolfina. En 2014, su llamativo crecimiento terminó por atraer la atención de la Justicia: las primeras pericias arrojaron que el dueño de la empresa Hope Funds S.A. no podía explicar de dónde había sacado el dinero para sus inversiones. Se le abrió entonces una causa por lavado de dinero. A esa investigación se suma ahora el hallazgo de treinta compañías offshore que aparecen en los documentos filtrados como parte de los Panamá Papers.
El entramado de empresas distribuidas entre Panamá, las Islas Vírgenes Británicas, Nueva Zelanda, Costa Rica, Singapur y Uruguay fue construido a lo largo de los últimos años con ayuda de la firma Mossack Fonseca, el estudio panameño de abogados cuyos documentos fueron filtrados al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).
Las firmas offshore son muchas veces utilizadas para evadir el pago de impuestos en un determinado país. Pero Blaksley no es investigado por ninguna de las tres decenas de compañías que tiene registradas fuera del país, sino por la firma Hope Funds S.A, como reveló Infobae el 14 de enero del año pasado. La causa está en manos de la jueza federal Sandra Arroyo Salgado.
En 2014, la AFIP descubrió que el 99,42% de los 521 clientes de Hope Funds violaba la ley de una u otra manera
La investigación realizada en 2014 por la AFIP a pedido de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) fue contundente: el 99,42% de los 521 clientes de la empresa violaba de una u otra forma la ley argentina. Apenas tres estaban en regla, tenían la capacidad económica necesaria para hacer una inversión y la dejaron asentada en su declaración de impuestos.
Desde entonces, la causa contra Blaksley y Hope Funds se movió con lentitud. Desde que Infobae dio a conocer la denuncia pasaron 496 días. La cuenta se extiende a 749 días si se toma en cuenta el día en que la Procelac realizó su primera presentación ante la Justicia. En ese plazo, pocos fueron los avances de la investigación.
El entramado de empresas
Las operaciones de Blaksley con el estudio Mossack Fonseca se concentran sobre todo en la empresa Marketsite S.A., firma que aparece como el centro de una red de compañías offshore con operaciones en media docena de países, según publicó este domingo el periodista Santiago O'Donnell en el diario Página 12.
Con sede en las Islas Vírgenes Británicas aparecen las compañías MKT Investments LTD., International Entertainment Management Group Ltd., Global Entertainment Enterprises Ltd., International Tango Productions, Twist Business Center Ltd. y Tango Investment Trading. A ellas se les suman dos firmas en Nueva Zelanda (Bailsworthe International Limited y Spring Fest Holding Limited), una en Costa Rica (Premium Atlántica de América SA) y otras 21 en Panamá, incluyendo las compañías 9 A Office One Properties Corp, The Panamera 20 G Properties Corp y Le Mare 21 B Properties Corp, entre otras.
Una de esas treinta firmas (Twist Business Center Ltd) está radicada en la calle Sarmiento 643 de la Ciudad de Buenos Aires. Es el mismo domicilio que posee Hope Funds, la empresa investigada en Argentina por presunto lavado de dinero.
Alerta en Panamá
Las investigaciones contra Blaksley y su empresa pusieron en alerta al estudio Mossack Fonseca. En 2010, el buffet panameño emitió una alerta interna luego de detectar que la Superintendencia de Seguros de la Nación había primero suspendido y luego hecho caducar la licencia que el empresario tenía para operar como productor asesor de seguros en la Argentina.
En octubre de 2012, la firma de abogados se comunicó con Alejandro Carozzino, gestor de Blaksley para la creación de las empresas offshore, para aceptar las explicaciones dadas. "Luego de realizar las búsquedas pertinentes del Sr. Enrique Juan Blaksley no se encontraron resultados negativos al respecto", informa el documento publicado este lunes por los periodistas Hugo Alconada Mon, Iván Ruiz y Maia Jastreblansky en el diario La Nación.
Seis meses después Blaksley; su mujer, María Mercedes Vega; y Carozzino decidieron renunciar a sus cargos y poner a representantes de Mossack Fonseca en su lugar. Pasaron entonces a estar registrados como meros beneficiarios de las empresas en distintas combinaciones que, en algunos casos, incluían a Federico Armando Dolinkue (dueño del 3% de las acciones de Hope Funds) y Verónica Inés Vega (cuñada de Blaksley).
Los motivos para el cambio no fueron explicados, pero un año más tarde, la Justicia argentina comenzó a investigarlos por presunto lavado de dinero.
Blaksley renunció a sus cargos en las empresas offshore un año antes de ser investigado por la Justicia argentina
Los sorprendentes negocios de Blaksley
Las operaciones de Blaksley y Hope Funds sorprenden por el alto perfil de los involucrados: gestionó que Usain Bolt corriese una carrera contra el Metrobus en la Ciudad de Buenos Aires, trajo a Roger Federer a la Argentina junto a la empresa Imagen Deportiva del empresario Guillermo Marín, organizó la visita de las hermanas Venus y Serena Williams, donó USD 20.000 dólares a la fundación Messi, compró la licencia del Hard Rock Café Argentina por unos u$s7 millones, tuvo el manejo de parte del merchandising de Boca Juniors y es auspiciante de la selección nacional de básquet.
Hope Funds adquirió además el 47% del fondo de comercio del Buenos Aires Design. Hace dos años, la entonces legisladora Gabriela Cerruti denunció que la empresa y sus socios pagaban "el irrisorio canon de 42.353 pesos mensuales" por la explotación del complejo. El jefe de Gobierno porteño era en ese momento Mauricio Macri.
El artículo que dio a conocer el caso: