Maximiliano Goff Dávila es un nombre importante en los mecanismos para lavar dinero que habrían montado Lázaro y Martín Báez. Esta semana, será llamado a indagatoria y deberá declarar ante el juez federal Sebastián Casanello, según anticipó el programa La Cornisa. Días atrás, fue allanada su casa en la intersección de Santa Fe y Julián Álvarez, en el barrio porteño de Palermo. Allí, investigadores judiciales secuestraron documentos.
Goff Dávila fue mencionado por Leonardo Fariña en su declaración, y es apodado "el mago del lavado". Una de las empresas que habría utilizado para blanquear el dinero es Marlin Group y, en 2013, negó conocer a los otros 15 imputados en la causa conocida como "la ruta del dinero K".
La chacra El Entrevero, embargada a Lázaro Báez por la Justicia uruguaya, tiene 152 hectáreas y fue adquirida en el verano de 2011 en un negocio planeado por Maximiliano Goff Dávila y Leonardo Fariña.
Recientemente, la Unidad de Información Financiera le pidió a Casanello que lo llame a indagatoria por la compra del campo. Y también indican que Goff Dávila habría participado no solo de operaciones de lavado con Marlin Group S.A, sino también con la financiera S.G.I, conocida como 'La Rosadita'.
La UIF también puso atención en un inmueble sobre la avenida Libertador que Goff Dávila compró a nombre de la sociedad FENEAR S.A. En su declaración, Fariña nombra al "mago del lavado" en cinco pasajes diferentes, y lo señala como un hombre clave en las presuntas operaciones de lavado. "Con Goff Dávila armamos entidades cooperativas para que Austral Construcciones pudiese cambiar sus cheques, como hacían con 'La Rosadita', pero con una ventaja extra: las cooperativas no pagan impuesto al cheque cuando son de sus empleados", dijo el ex esposo de Karina Olga Jelinek.
"Para esto, se inscribía a los trabajadores de Austral Construcciones como miembros de las cooperativas, y de esta manera evitaban pagar ese impuesto", agregó. Desde estas cooperativas Lázaro Báez podía solicitar créditos para viviendas de la obra pública.
La aparición de Goff Dávila en la escena judicial trae aparejada también la aparición de Maximiliano Acosta - testigo de casamiento de Leonardo Fariña que llegó a la fiscalía de Guillermo Marijuán acompañado por Elisa Carrió. En su declaración vinculó a Daniel Pérez Gadín (contador de la familia Báez) en la compra de un campo llamado "El Entrevero". En 2013, los abogados de Báez intentaron silenciarlo y pidieron la nulidad de su testimonio.
Según un documento que reveló La Cornisa, Acosta le entregó a Goff Dávila el mandato para la administración de todos los negocios de la firma Traline S.A, a través de la cual se adquirió el campo en Uruguay.