Los cuerpos de seguridad de Venezuela terminaron violentamente este miércoles con varias de las marchas convocadas por la oposición que pretendían llegar hasta las sedes del Poder Electoral para presionar a las autoridades a que cumplan con celeridad los lapsos para un referendo que pueda revocar el mandato de Nicolás Maduro. Durante la noche, los "cacerolazos" continuaban la protesta.
Al menos en cinco ciudades del país funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB), y de la Guardia Nacional (GNB) dispersaron las marchas que pretendían llegar hasta el Consejo Nacional Electoral venezolano (CNE).
En Caracas, los manifestantes opositores, acompañados de los principales líderes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), fueron dispersados con gases lacrimógenos luego de que insistieran en su intento por marchar, sin permiso, hasta el municipio Libertador, sin que se registraran mayores daños.
En la ciudad de Mérida, a unos 700 kilómetros de la capital venezolana, se registraron, según los voceros de la MUD, algunos heridos por disparos de perdigón tras las acciones de los cuerpos de seguridad por disolver la manifestación que, al igual que la de la capital venezolana, fue convocada en 23 ciudades del país. Durante la noche, los "cacerolazos" continuaban la protesta.
En los estados Carabobo, Barinas, Zulia, Mérida y Nueva Esparta se registraron eventos similares, sin que hasta el momento se conozca un saldo de los daños.
"De las 23 movilizaciones que hubo en el país hubo problemas en cinco, nosotros tenemos el reporte (...) por qué tienen que echarle perdigones y lacrimógenas a unas personas que van a entregar un petitorio", dijo el opositor Henrique Capriles en un rueda de presa ofrecida luego de la marcha.
Según el opositor, solo en Nueva Esparta se tienen reportes de 17 detenidos en el marcho de la marcha hecha en la ciudad de Margarita.
El Gobierno sostiene que los opositores intentan con estas marchas promover la violencia en el país y general un clima de caos. El ministro de Interior venezolano, Gustavo González, anunció que siete personas fueron detenidas en Caracas por presuntamente agredir a policías
Por su parte, el presidente del Parlamento venezolano, el opositor Henry Ramos Allup, aseguró nadie puede "imputar" a los opositores, ya que no hubo "ni una botella quebrada ni una piedra lanzada ni un solo hecho de agresión", en los eventos registrados hoy.
Esta es la tercera manifestación nacional que hacen los opositores sobre el referendo revocatorio, uno que según el Ejecutivo no tiene "viabilidad".
Los opositores intentan lograr que el CNE empiece cuanto antes el trámite de verificación de las casi dos millones de firmas entregadas el pasado 2 de mayo a las autoridades como respaldo del revocatorio presidencial, un paso fundamental para que el Poder Electoral inicie el proceso.
Lo que apremia a la oposición es que la legislación establece que si el jefe de Estado es cesado de su cargo durante los dos últimos años de su Gobierno será sustituido por su vicepresidente, pero si el cese de sus funciones se da en la mitad de su periodo deberán convocar a nuevas elecciones, momento justo en el que se encuentra el actual mandato de Maduro.