El ministro de Energía Juan José Aranguren explicó que la importación de gas desde Chile a un precio superior al que se paga por el producto traído de Bolivia o por vía marítima obedece a que la capacidad para las alternativas más baratas está cubierta en esta época del año.
"Nuestra obligación es hacerle la vida más fácil a la gente y que haya disponibilidad de producto. Tenemos que tratar de conseguir la mayor cantidad de fuentes de ese producto cuando lo necesitan, especialmente cuando se acerca el invierno, y poder tener gas", argumentó Aranguren, en diálogo con radio Mitre.
"Tuvimos la oportunidad de comprar gas a Chile porque tiene también plantas de regasificación con capacidad ociosa y ese gas lo compramos a USD 7 el millón de BTU, que es la unidad de medida", afirmó Aranguren.
El ministro detalló que a Bolivia se le compra el insumo a USD 3 por millón de BTU, mientras que el gas licuado de petróleo importado por barcos y que se procesa en las plantas regasificadoras de Escobar y Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, cuesta USD 6,50 el millón de BTU.
Aranguren explicó además que el insumo que viene de Chile sigue siendo más barato que el extraído por combustión de gasoil, que cuesta USD 10,50 el millón de BTU. "Para hacer frente al volumen de gas que necesitamos en el invierno, la condición que tenemos para lograr este producto y este beneficio de USD 46 millones, es a partir de la compra anticipada".
"En invierno, cuando nos falta gas, quemamos gasoil para producir energía eléctrica", dijo. "Si tuviéramos acceso a otra fuente de gas natural podríamos tener mayor disponibilidad para que las zonas residenciales tengan gas natural en sus hogares, o no les cortemos el gas a las industrias o el GNC a los taxistas", agregó.
"Estoy convencido –continuó- que a medida que mejoramos nuestro vínculo con países vecinos vamos a poder recuperar esa confianza que durante la última década hemos perdido. Todavía a ENARSA, compañía que durante la última década estuvo sometida y va a seguir sometida a investigación por hechos de corrupción, no tiene credibilidad".
"Con Bolivia tenemos un contrato. Bolivia le vende a Brasil y a la Argentina y no tiene más gas, no nos puede vender más. El contrato dura 30 años, hasta 2027. En realidad, no está cumpliendo todavía la cuota que corresponde a este mes porque también ellos en el invierno lo necesitan".
Acotó que "en el invierno está totalmente completa la posibilidad de recibir más gas por barco, por lo tanto la alternativa que teníamos para dejar de procesar y consumir gasoil, que es caro, a USD 10,5 por millón de BTU, era esta oportunidad que aparece a partir de Chile".