El 5 de octubre de 1999, una avalancha en el Himalaya enterró los cuerpos del famoso montañista Alex Lowe y de su camarógrafo David Bridges. Lowe tenía 40 años, estaba casado y tenía tres hijos. Por ese entonces era considerado uno de los mejores escaladores de su generación. Junto a ellos estaba su mejor amigo, Conrad Anker, quien sobrevivió a la tragedia y participó de los equipos de búsqueda durante los siguientes y extenuantes dos días. Y durante los meses que continuaron. Pero sin suerte.
Sin embargo, esa suerte cambiaría el pasado 27 de abril de la mano de dos alpinistas profesionales. Debieron pasar 16 años, seis meses y 22 días de la catástrofe en el monte Shisha Pangma -décimo cuarto en altura, con 8.013 metros- para que sus restos fueran encontrados.
El momento de la avalancha fue dramático, según relató reiteradas veces Anker. Los tres compañeros habían visto venir lo que les esperaba y comenzaron a correr. Pero mientras Lowe y Bridges lo hicieron hacia abajo y la derecha, Anker optó por dirigirse hacia la izquierda de la pendiente consiguiendo escapar en parte de la pared de nieve que los sorprendió. Unas heridas en sus costillas y en su rostro no impidieron que junto con otros que también habían logrado sobrevivir -pero que no formaban parte de su equipo- comenzaran una búsqueda estéril de dos días. Lo único que hallaron fue un solitario guante.
Los rastreos continuaron durante meses, sin resultados positivos. Una vez de vuelta en los Estados Unidos, Anker comenzó a ayudar a Jennifer Lowe -la viuda de su mejor amigo- en el cuidado y mantenimiento de sus tres hijos: Max, Isaac y Sam. Pronto se enamoraron. Y dos años después, en 2001, contrajeron matrimonio.
Pero ahora, la historia parece haber alcanzado un inesperado final, luego de que Jennifer indicara en entrevistas que no esperara hallar sus cuerpos "durante esta vida". Dos alpinistas -el suizo Ueli Steck, de 39 años y el alemán David Goettler, de 37 años- encontraron los cadáveres de los desafortunados estadounidenses. "Nos encontramos con dos cuerpos", fueron las palabras que Goettler le transmitió a Anker cuando lo telefoneó para advertirlo sobre la novedad. "Estaban cerca el uno del otro. Mochilas North Face azul y roja. Botas Koflach amarillas. Era todo lo que llevaban en ese tiempo. Además eran los únicos escaladores que estaban allí", indicó Anker.
"Estamos seguros de que son ellos", añadió el mejor amigo de Lowe, quien aún no vio las imágenes de los cuerpos. Sin embargo, no tiene dudas. No había otros montañistas que se buscaran en esa zona. Los cadáveres fueron hallados congelados en medio de un glaciar que comenzó a derretirse. Desde hace algunos años, las primaveras comenzaron a ser más cálidas y secas en el Himalaya, lo que facilitó el descubrimiento. "Lo correcto es cuidar de sus cuerpos de acuerdo con las prácticas locales. Todavía están congelados en el hielo", indicó Anker. No está claro cuándo se podrán recuperar los restos de las entrañas del Shisha Pangma .
Jennifer emitió un comunicado: "Alex y David desaparecieron, fueron capturados y congelados al mismo tiempo. Dieciséis años de vida han pasado y ahora fueron encontrados. Estamos agradecidos". En declaraciones hechas al sitio especializado Outside, la mujer señaló: "No es algo que quieras hacer: ver el cuerpo de alguien que amaste y cuidaste. Pero podemos ponerlo a descansar... y ahora no son 'desaparecidos'".