Por qué faltan mujeres en el mundo de la ciencia

Se trata de una escena cotidiana que pudo pasar en cualquier familia de cualquier rincón del país: un padre necesita ayuda para una conexión eléctrica en su casa y sólo dispone de su hijo y de su hija. ¿A quién de los dos le terminará pidiendo ayuda? La escasa presencia de mujeres en la ciencia, la ingeniería, la tecnología y la informática es cada vez más profunda. Y podría estar vinculada a estereotipos que se alimentan desde la más temprana infancia: el hombre es fuerte y operativo y ellas son débiles y menos capaces para operar herramientas o lidiar con los números.¿Se trata de una cuestión cultural o de un tema relacionado a lo estrictamente académico?

Un reciente informe elaborado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) desnudó el problema sobre la falta de mujeres en la ciencia y se enfocó casi de un modo exclusivo en un fenómeno sociocultural: la falta de apoyo o de confianza de las propias familias.

Los especialistas entrevistaron a cientos de chicas de entre 6 y 16 años, con el objetivo de analizar sus aspiraciones vocacionales y cuál es su relación con las carreras de exactas en la escuela primaria y en la secundaria.

Los resultados fueron claros. En primer lugar, se detectó que la influencia de los padres es mayor para las niñas (65%) que para los hombres (56%). Además, el informe fue más allá y detectó que sólo una de cada dos chicas estudiantes piensa que su familia la ve capacitada para estudiar temas relacionados a ciencias de la computación. En contraste, el mismo patrón se registró en tres de cada cuatro alumnos varones.

En todas las carreras de Ingeniería de la Argentina, apenas hay un 22% de mujeres matriculadas por año

"Los resultados de la encuesta ponen de manifiesto que la diferencia en el interés por las ciencias de la computación proviene de la influencia de los padres y madres sobre sus hijos y, especialmente, sobre sus hijas, donde aparecen algunos estereotipos de género", retrató el informe.

"Lo que sucede es algo estrictamente cultural. Y lamentablemente casi todos estamos involucrados. Si un padre quiere compartir su pasión por la mecánica o la electrónica, jamás pensará en su hija, sino en su hijo. Hasta que no se cambie esa mentalidad, será muy difícil que las chicas puedan apreciar estas carreras como propias", le aseguró a Infobae Daniel Morano, ex miembro de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación y actual representante del Comité de Educación del Centro Argentino de Ingenieros.

Por la misma línea se mantiene Santiago Ceria, ex director ejecutivo de la Fundación Sadosky y actual CEO en Argentina de la empresa de software Medallia. "El problema no aparece en exclusivamente en las familias, sino en la sociedad. Los grandes íconos de la informática son hombres. Todavía no apareció una versión femenina de Bill Gates o Steve Jobs. Lo mismo pasa en las películas y en las publicidades. Y todos nos tenemos que hacer cargo. Mientras a los chicos le sigamos regalando un mecano y a las chicas, una Barbie, el problema va a persistir", le dijo el especialista a Infobae.

Ceria desarrolló, junto a la Fundación Sadosky en el 2013, un informe llamado "Y las mujeres...¿dónde están?", en la que se investigó a fondo la baja presencia femenina en informática.

Para el estudio, se entrevistó a 627 adolescentes del conurbano bonaerense con el fin de reconocer las representaciones acerca de la informática que tienen ambos sexos entre los estudiantes argentinos.

El punto de partida fue un dato tan insólito como evidente: En 1962, cuando nació la carrera de Computador Científico de la UBA, la matriculación registró un 67% de mujeres y un 33% de hombres. Sin embargo, en los dos últimos años, la inscripción de la misma carrera académica tuvo apenas un 11% de chicas y un 89% de varones. Como si fuera poco, en la actualidad el público femenino representa apenas el 18% de todas las carreras de informática.

Las principales conclusiones del estudio fueron que un 22% de los estudiantes manifestó alguna potencialidad en la informática y de ese grupo, se encontraron más del triple de varones que mujeres.

Además, las chicas entrevistadas en focus group rechazaron la programación como una actividad laboral única y en términos de carreras de educación universitarias deseadas, las de informática aparecieron en el penúltimo lugar.

"Es importante enmarcar esta problemática dentro de las grandes desigualdades de género que, a pesar del enorme camino recorrido durante el siglo pasado, aún persisten. La informática es un área en la que esa desigualdad impacta con particular fuerza. Aún así, no se podrá sólo desde la informática resolver una cuestión que con mucho la excede", rezó el informe.

Y continuó: "Es nuestra intención profundizar estos estudios de género, posiblemente en las líneas que marca el informe: escuela primaria, videojuegos, juguetes y juegos, representaciones de género en los medios masivos, etc.".

En la ingeniería, se mantuvo la tendencia: "En todas las carreras de Ingeniería se registró, hasta 2014, un 22% de matriculadas mujeres y un 78% de hombres", aseguró Morano a Infobae. Mientras tanto, la matriculación de todas la universidades de Argentina registró en el último año un 59% de mujeres y un 41% de varones.

Como si fuera poco, las cifras enterraron cualquier tipo de prejuicio sobre la capacidad intelectual para sus materias: "El porcentaje de graduación también se mantuvo en un 22% femenino. Por lo cual, egresa el mismo equivalente de mujeres que hombres respecto a los que se inscriben", añadió Morano.

En primera persona

La salida laboral también representa una amenaza para el sector femenino en la ciencia y la informática. "Cada vez hay menos, pero todavía siguen existiendo empresas que, cuando nos piden egresados para contratar, especifican su preferencia sobre representantes masculinos. Eso ocurre especialmente en cargos directivos. Hay ciertos sectores de la ingeniería profesional que no soportan que una mujer les dé órdenes", afirmó Morano a Infobae.

Todavía hay empresas que especifican la preferencia de un futuro empleado masculino entre los futuros talentos

Marina González, una ingeniera electrónica con un puesto gerencial en una multinacional del rubro, detalló que el problema radica específicamente en el prejuicio: "La dificultad no está en las posibilidades reales. Nunca nadie hizo algo concreto para impedirme nada. Lo que sin duda hay es un prejuicio. Es un mundo de hombres, con lo cual una forma parte de una minoría y por eso carga con muchos estereotipos que a veces chocan con los perfiles típicos de las actividades técnicas. En el trabajo, la primera reacción es de desconfianza", detalló a Infobae.

Ante la evidencia del problema, muchas grandes empresas internacionales desarrollaron campañas para engrosar el personal femenino en sus equipos de trabajo. De hecho,

, una de las líderes mundiales de telecomunicaciones y banda ancha, produjo en 2014 una publicidad denominada "Inspire her mind" (Inspira la mente de ella), en la que denunció

de cualquier familia en las que se atenta contra el deseo de una chica por acercarse a las carreras técnicas.