No eran muchos los que apostaban por Elon Musk cuando salió al mercado con su vehículo eléctrico Tesla Model S allá por 2012. Fabricantes de automóviles establecidos creyeron que Tesla sería una start up más que no sobreviviría en una industria donde los constructores "boutique" tienen los días contados.
Pero para sorpresa de todos, el automóvil 100% eléctrico de concepción ultra futurista, resultó ser un éxito de ventas, convirtiéndose en el vehículo de elección de aquellas personas de alto poder adquisitivo pero con conciencia ambiental.
En mercados tremendamente competitivos como el alemán, Tesla vende hoy más Model S que Mercedes Benz unidades de su icónico sedán de lujo con motor de combustión interna, el Clase S. Fueron precisamente los constructores alemanes quienes desestimaron los esfuerzos de Musk y ahora se encuentra trabajando a destajo para lanzar versiones eléctricas de sus modelos o directamente gamas paralelas "emisiones cero" como lo hizo BMW con su submarca "i".
Fieles a su tradición de copiar y mejorar lo ya creado, los chinos planean contraatacar de la mano de Faraday Future, un misterioso nuevo constructor que aún no ha lanzado ningún vehículo al mercado pero promete darle batalla a Tesla con el concept-car "LeSee" recientemente presentado en Beijing.
Con capacidad de utilizar piloto automático, como su principal rival, y una plataforma de arquitectura variable que permite ajustar el paquete de baterías, motores disponibles y distancia entre ejes para crear una infinidad de modelos para distintos usos, Faraday se presenta como un rival digno, más allá de las dudas de rentabilidad y financiamiento que rodean a la empresa asiática.