El conflicto con los holdouts está cerrado. Por eso, el juez Thomas Griesa le dio en las últimas horas luz verde al Bank of New York Mellon (BoNY) para recobrar el status de agente de pago del país y dispuso un cronograma para habilitar el pago a bonistas del canje 2005 y 2010, que no cobran desde julio de 2014 un acumulado de 3.000 millones de dólares.
De esta forma, la Argentina podrá salir simultáneamente del default tanto con los holdouts como con los bonistas reestructurados. Pero eso no es todo. Además, se conoció que el BoNY reabrirá su sede en Buenos Aires.
Según informa el diario especializado Ámbito Financiero, la entidad –que había sido expulsada del país el 26 de agosto de 2015 por decisión personal de Cristina Kirchner– volverá a ser desde mañana el agente financiero y de pago del país, cuando gire los USD 12.500 millones luego de alcanzar el acuerdo.
Cabe recordar que aquella decisión de la ex presidente fue un pedido expreso de Axel Kicillof, luego de que el banco se negara a cumplir la orden de pago de los USD 539 millones del vencimiento de intereses del Discount, que en junio de 2014 Griesa impidió cumplir.
Ahora, con la llegada tanto de Alfonso Prat-Gay al Ministerio de Hacienda como la de Federico Sturzenegger al BCRA, la situación cambió y se reconstruyeron los lazos con el BoNY.
Por eso, para el retorno la entidad deberá refundar su presencia en Buenos Aires, siempre como banca especializada en grandes capitales y operaciones y como entidad de "segundo piso", es decir que no trata directamente con los usuarios de los créditos, sino que hace las colocaciones de los mismos a través de otras instituciones financieras.
Antes de la decisión del gobierno kirchnerista, el banco mantenía una pequeña oficina en el microcentro porteño, desde donde realizaba las operaciones que le encomendaba el Gobierno argentino. El último registro de actividad fue en noviembre de 2012.