La ciencia se desvela intentando hallar la respuesta a muchas conductas humanas. Y la genética tiene la explicación para la mayoría de los interrogantes.
El nombre de Cro-Magnon o Cromañón hace referencia a los ancestros de los europeos modernos, lo que se conoce con el nombre de Homo sapiens. El origen del hombre en la Tierra es un tema apasionante, y fue estudiado profundamente de manera constante por años.
Fósiles en Etiopía, en el valle del río Omo, al sur del país africano, descubiertos en 1967 corresponden a Homo sapiens y se estima que son de hace 200 mil años. De acuerdo a diferentes estudios antropológicos, Homo sapiens y Neandertals convivieron hace 30 mil-40 mil años. Y hace 60 mil-70 mil años, los hombres dejaron el continente africano para migrar hacia Europa, Asia y América.
Si bien el hombre de Neandertal no fumaba cigarrillos, la presencia de ciertos genes denotó su adicción por el tabaco.
Durante años se consideraba que no se habían cruzado a nivel reproductivo ambas comunidades, pero recientemente se confirmó. Y los seres humanos modernos con origen en Europa y Asia tenemos 2% de genes provenientes de Neandertals.
En la actualidad, la mayoría de los africanos carecen de este ADN arcaico proveniente de los Neandertal, porque el cruzamiento reproductivo con los Homo sapiens ocurrió después de que los humanos modernos salieron de África para descubrir y poblar nuevos continentes.
Un estudio publicado recientemente en la revista Science estudió la información de 28 mil personas y demostró que las variantes de genes que tiene el actual genoma humano (totalidad del ADN humano: 20 mil-25 mil genes) provenientes de los Neandertals aumentan el riesgo para desarrollar depresión, adicción al tabaco, problemas de coagulación, y lesiones en piel pre-cancerígenas.
En cuanto a la asociación más fuerte de este estudio, que involucra a los genes provenientes de Neandertals, no se entiende bien el mecanismo del desarrollo de la depresión. Pareciera que tiene que ver con alteraciones de la expresión de ciertos genes que participan del ritmo circadiano, y por ende, están influenciados por la exposición de la luz solar. Tampoco se sabe si hace más de 40 mil años estos individuos sufrían de la enfermedad psiquiátrica más frecuente que se caracteriza por una sensación persistente de tristeza, sentimiento de culpa y pérdida de interés.
El ADN "oculto" de Neandertal sería el responsable de conferir un mayor riesgo para desarrollar ciertas enfermedades frecuentes de la actualidad
También se descubrió que una variante del gen Neandertal SELP (presente en 6.5% de personas de origen europeo) se asoció con un estado de hipercoagulabilidad, lo que significa que la sangre se vuelva más espesa causando mayor riesgo de trombosis venosa (obstrucción de las venas), y por ende, trombosis pulmonar, o accidente cerebrovascular (ACV).
Se desconoce si estos individuos cuando cazaban para alimentarse estaban en mayor riesgo de sangrar si eran atacados por un animal o se lastimaban. Muy probablemente ese era el caso, y al no tener tratamiento, difícilmente hayan sobrevivido a una situación de supervivencia como ésta.
Otros de los hallazgos increíbles es la asociación del gen SLC6A11 (presente en 0.5% de individuos de origen europeo) de esta persona que vivió más de 40 mil años con la adicción al tabaco. Por supuesto que en esa época no fumaban cigarrillos, pero este gen con origen prehistórico tiene una función la comunicación del cerebro (neurotransmisor GABA). Por lo tanto, participa en el desarrollo de la adicción a esta sustancia.
A su vez, también se demostró un mayor riesgo para desarrollar la lesión de la piel pre-cancerosa llamada queratosis actínica que se genera por una excesiva exposición al sol.
El ADN "oculto" de Neandertal sería el responsable de conferir un mayor riesgo para desarrollar ciertas enfermedades frecuentes de la actualidad.
En marzo de 2010 se descubrió en la cueva de Denisova localizada en una montaña de Siberia al hombre de Denisova (Denisovanos), otra comunidad que convivió con Neandertal y Homo sapiens.
Un nuevo estudio demostró que esta comunidad, Denisovanos, también tuvo cruzamiento reproductivo con los Homo sapiens, y por ende, los seres humanos también tienen un porcentaje de su ADN oculto.
Los habitantes de Papúa Nueva Guinea y los australianos son los que tienen más ADN de Denisovanos, un 5% de su genoma. Seguidos por las personas con origen en el sudeste asiático, y los americanos nativos que tienen un 2% de este ADN de la época de las cavernas. Las personas con origen europeo no contienen este ADN en su genoma.
Por supuesto que no se sabe qué función o qué efecto tenían estos genes o sus variantes en la Europa prehistórica, pero lo que está claro es que estos descubrimientos son realmente sorprendentes. Y a partir de ahora, si alguien está muy triste y tiene depresión, no sería exagerado culpar a sus ancestros de las cavernas.
médico (UBA) patólogo y genetista. Autor de
(@JorgeDotto)